sábado, 10 de noviembre de 2012

POEMA


Necesité estar solo
para poder llorar sin temor a la burla.
Por eso me fui al bosque sin que nadie me viera.
Ya no tenía miedo,
el bosque, como yo, siempre estaba vacío.

Allí, lloré en silencio,
lloré porque los años no perdonan
ni tampoco preguntan si quieres elegir.
Lloré porque el abuelo se marchó para siempre,
por el pequeño Pluto, diluido en la nada,
lloré por ese hermano que nunca comprendía,
por su presencia intrusa,
por mi lejana abuela,
por mi miedo a estar solo
dentro de aquel colegio necesario
que apenas intuía en mi mente de niño.

Lloré por tantas cosas, ciertas o imaginarias,
que me quedé dormido
apoyado en un tronco tan triste como yo.

Me despertaron voces de siempre conocidas
y corrí hacia la casa, para llegar primero.

(del libro Bosque de eucaliptos)

No hay comentarios: