miércoles, 23 de febrero de 2011

PARA EL ADULTO MAYOR

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La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y también el que está más expuesto a agresiones del exterior y a nuestros cambios interiores. Entre los efectos más habituales del paso del tiempo y de los cambios hormonales que sufrimos se encuentra la hiperpigmentación, o lo que es lo mismo, esa serie de manchas de color oscuro tan comunes, especialmente entre las mujeres.

El origen de esta patología puede ser muy diverso. Así, es posible que nos aparezcan manchas, especialmente en manos, cara y escote, después de la exposición al sol, debido a cambios hormonales como los experimentados en la menopausia, cambios físicos, medicamentos y enfermedades endocrinas o pueden ser, simplemente, manchas propiciadas por el paso de los años. Por lo general, es un proceso benigno y sin riesgos para la salud, siendo sus repercusiones más estéticas y psicológicas.

Uno de los medios de combatir estas manchas es con la aplicación de una crema aclaradora, pero siempre siendo prudentes, ya que aunque muchas de ellas se pueden adquirir en las farmacias sin necesidad de receta, es conveniente acudir a un dermatólogo para que determine el origen y tipo de mancha, y aconseje la crema o el tratamiento más adecuados.

La función de las cremas aclaradoras es la de disminuir la producción de la melanina, el pigmento que nuestro cuerpo genera y que es el responsable del color más o menos oscuro de la piel. La melanina es elaborada por unas células llamadas melanocitos mediante un proceso denominado melanogénesis, de forma que si se interfiere en este proceso químico inhibiendo las enzimas que participan en el proceso, se logra frenar la producción de melanina, consiguiendo así que las manchas se vuelvan más blanquecinas.

Las cremas aclaradoras suelen estar compuestas por diferentes sustancias tales como la hidroquinona, muy efectiva para tratar las manchas en la cara, el ácido kógico, que es un derivado de una levadura, el ácido azelaico, la vitamina C, el alfahidroxiácidos, muy empleados para combatir el envejecimiento; y extractos de plantas como la milenrama, regaliz, aloe, romero, té verde o manzanilla. Estos  elementos son combinados por las marcas cosméticas para potenciar sus efectos. De hecho, incluso recurren a su composición para combinarla con la de las cremas antienvejecimiento y ampliar el efecto de éstas.

A la hora de aplicar las cremas aclaradoras hay que tener en cuenta que no todas las zonas de nuestro cuerpo son igualmente sensibles. Por ejemplo, en la cara suele haber zonas que responden muy bien y se aclaran mucho mejor, mientras en otras realmente hay patología y es mucho más difícil aclarar, con lo que el contraste puede ser mayor que en origen.

En cuanto a la hora de ver los resultados, que dependerán del tipo de piel, de la mancha y de los productos que usemos, sobre todo hay que ser constante y tener paciencia, ya que al menos se tiene por delante todo un año. Además, ayuda a obtener mejores resultados una exfoliación de la piel, que puede ser una vez a la semana, puesto que así se eliminan las células muertas. Pero lo más importante es la prevención, para lo que es fundamental usar cremas fotoprotectoras.

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