El ejercicio, la relajación y la nutrición son factores claves en el desempeño del cerebro. Y para desarrollar todo su potencial es necesario tener presente que ciertos nutrientes favorecen una adecuada memoria y capacidad de concentración, entre ellos, los que contienen altas concentraciones de antioxidantes y ácidos grasos esenciales.
¿Cuál es su nivel de hierro?
Este elemento es fundamental en el organismo y en cuanto a las funciones neuronales cumple un importantísimo rol, porque activa los neurotransmisores a nivel sináptico. De acuerdo a la opinión de los expertos, basta sólo una mínima deficiencia de hierro (o fierro) en la dieta, para que la rapidez con que contestamos ciertas preguntas disminuya, sin que necesariamente las personas presenten cuadros de anemia.
Para reforzar los niveles de esta vitamina en el organismo, se recomienda comer al menos 3 veces por semana alimentos como porotos, lentejas y garbanzos; vegetales como la alcachofa y el brócoli.
Grasa de la buena
Los ácidos grasos Omega-3 están presentes fundamentalmente en ciertos pescados y aportan un tipo de grasa poli-insaturada que favorece las funciones del cerebro, protegiéndolo contra el envejecimiento. Esto se explica porque actúan contrarrestando la acción de los radicales libres que provocan daño a nivel neuronal.
Para gozar de sus saludables efectos consuma al menos dos veces por semana pescados como sardina, atún, salmón y toda clase de pescados blancos como lenguado, corvina y reineta.
Protéjase con una manzana
Gracias a la gran cantidad de antioxidantes que contienen, comer 1 ó 2 manzanas al día permite mejorar las conexiones cerebrales (asegurando respuestas más rápidas), que naturalmente se hacen más lentas con el paso de los años. Afortunadamente su efecto es de largo plazo, ya que gracias a la acción metabólica que ejercen protegen las células cerebrales del daño de los radicales libre.
El poder de los frutos rojos
Es sabido que el por su alta concentración de antioxidantes es bueno y recomendable consumir una copa de vino tinto en el almuerzo o la cena. A nivel cerebral, actúa reforzando las habilidades para recordar eventos, siendo muy útil para aquellas personas que suelen poner a prueba su memoria en su vida cotidiana o a través de juegos mentales. Igualmente, los frutos rojos frescos como arándanos, moras, frambuesas y frutillas, además de tener un agradable sabor proporcionan altas dosis de antioxidantes, garantizando la salud de las células por más tiempo.
El efecto de los medicamentos
Comúnmente, fármacos como los antidepresivos, antiespasmódicos, inductores del sueño, antialérgicos e incluso cierto tipo de analgésicos, pueden tener efectos secundarios indeseados en las funciones cerebrales. Verifique con su médico tratante que los medicamentos que consume no lo afecten, o regule las dosis en que los ingiere, para no perjudicar el correcto funcionamiento de su capacidad de concentración y claridad mental.
Tips 1: Colesterol bajo control
La mayoría de las veces los problemas de memoria se atribuyen a índices de colesterol (malo) por sobre lo normal. Su efecto sobre las funciones cerebrales es inmediato, porque al acumularse dentro del flujo sanguíneo disminuye la circulación de la sangre, bloqueando su correcta oxigenación. Esto también reduce la posibilidad de contraer Alzheimer, ya que se ha comprobado la directa relación entre el colesterol elevado y la ocurrencia de este mal.
Tips 2: ¿Le hacen falta vitaminas?
Chequee periódicamente sus niveles sanguíneos a través de exámenes de rutina. Eso le permitirá controlar cualquier déficit en su organismo y ajustar su dieta de acuerdo a sus requerimientos. Si lo necesita, converse con su médico la posibilidad de tomar un suplemento vitamínico reforzado.
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