Cuando pienso en como construir una ciudad amable, no me cabe la menor duda que la cuestión del asunto son las personas, si las personas cambiamos efectivamente cambiará nuestra ciudad. Si no queremos vivir en una ciudad con estres y aceleramientos pues entonces cambiemos nosotros, eso es... cuando refiero a que existe gente hermosa son aquellas personas que aportan simples gestos como recoger alguna basura y acercarla a algún lugar que no interrumpa o quizás personas cuidando el agua o la luz de algún lugar que este visitando o simplemente disfrutando y ser feliz.
Las personas somos responsables de nuestra realidad, y por ende de nuestra ciudad, si provocamos el estres, el aceleramiento, el descuido, la suciedad y así muchas cosas, lógicamente no generaremos ni la mínima intención de cambio, el fenómeno consiste en reconocer mi estado, y si este estado es constructivo entonces lo configuro en mi entorno, debo ser capaz de intervenir y potenciar la buena relación.
Mencionar gente hermosa finalmente se traduce en personas donde su intención evocan al respeto por el medio, desde ahí la gente hermosa, conoce, se comporta, interactúa y crea. CAMBIA!!!
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