Quien alguna vez nos brindó tiempo y cariño puede ser ahora un adulto mayor que sufre discapacidad; por ello, es justo responder a lo recibido y brindarle cuidados básicos que mejoren su calidad de vida. A continuación algunas sugerencias para ayudar a nuestro ser querido.
Lo primero es conocer exactamente en qué condición se encuentra el anciano, para así saber si solamente necesita ayuda para subir y bajar de la cama, ir al baño, asearse y cambiarse de ropa, debido a que afortunadamente logra desplazarse solo, o bien, si requiere cuidados especiales. De manera que si utiliza andadera o bastón será suficiente con explicarle su uso adecuado.
Aseo
Un aspecto importante es el baño cotidiano, procurando que tanto la persona que recibe el aseo como el que lo proporciona estén seguros y cómodos. Lo más recomendable es sentar siempre al anciano en una silla de plástico con las piernas abiertas, la cual debe contar con un orificio por debajo para poder limpiar sus genitales adecuadamente. Se debe usar jabón neutro para que la piel no se reseque demasiado y shampoo de acuerdo a su tipo de cabello; es recomendable usar una esponja para el cuerpo, a fin de no lastimar la piel con estropajo.
La limpieza de los genitales y la zona anal resulta fundamental, ya que además de despedir mal olor, es la parte donde suelen aparecer irritación e infecciones. En el caso masculino, el aseo se realiza con una toallita facial impregnada de espuma de jabón con la que se limpiarán testículos, escroto y pene, sobre todo el prepucio (la piel que lo recubre); en el caso femenino, de la misma manera se limpiarán la entrada vaginal y la piel alrededor de dicha zona para eliminar la acumulación de secreciones. A continuación se procederá a hacer lo mismo escrupulosamente en la zona anal. Recuerde que estas partes deben ser tocadas con mucho respeto pero a conciencia; la salud del anciano se lo agradecerá.
Todo el cuerpo debe secarse perfectamente, ya que la humedad puede acarrear hongos y bacterias. En personas diabéticas esto es aun más importante, pues cualquier proceso infeccioso tiene el peligro de agravarse hasta llegar a la amputación, sobre todo de las extremidades. Por otro lado, la lubricación de la piel con cremas humectantes debe realizarse cada vez que la persona se bañe, ya que a esta edad sus hidratantes naturales se han reducido. El baño de esponja, para los pacientes que no pueden levantarse de la cama, se explica más adelante.
Silla de ruedas
En caso de que el adulto mayor requiera de asistencia casi total, es decir, que de su cama sea trasladado a una silla de ruedas y permanezca allí todo el tiempo, lo más importante es observar que sus piernas no tienen movimiento, por lo que será necesario conocer el manejo de la silla, ya que si no se tienen los debidos cuidados tanto el responsable de la persona como ella misma pueden accidentarse seriamente. Hay que cuidar que los pies no queden colgando (poniéndolos en los estribos de la silla) y que al dar vuelta no se golpeen sus rodillas o tobillos con objetos como mesas, escritorios o camas. Sólo se necesita práctica constante y cuidadosa para dominar su uso.
No es raro que la persona afectada siga una dieta prescrita por su médico, lo cual no le impide que se siente a la mesa con los demás miembros de la familia, ataviándolo con un delantal plástico, para prevenir manchas en su ropa.
Atención permanente
Lamentablemente también podemos vernos en el caso de que nuestro familiar no pueda levantarse de la cama, por lo que dependerá completamente de quien lo atienda, ya que en algunos casos no pueden siquiera cambiar de posición en la cama o en la silla de ruedas, a consecuencia de afecciones como embolias, infartos cerebrales, derrames, lesiones severas o permanentes en esa zona o trastornos en la columna vertebral.
A la persona que se encuentre en dicha situación se le debe cambiar de posición por lo menos cada hora, para evitar llagas o úlceras, que se producen por la excesiva presión en alguna parte del cuerpo (espalda, hombros o piernas). Se le puede rotar, elevarle la cabeza, colocarle un cojín en las partes que están en contacto con la cama o sentarlo. Por supuesto, se le debe cambiar de pañal desechable cada vez que lo requiera, y según sea el caso, será alimentado por usted mismo o a través de una sonda (tubo pequeño de plástico colocado en una fosa nasal, o bien, por una incisión en cuello o abdomen).
Bajo las indicaciones precisas de su médico, la comida será ingerida en forma líquida y la sonda debe estar completamente limpia cada vez que se use, así como cambiarla por lo menos cada 10 días por una nueva. En el caso de la sonda abdominal, que se reemplaza por un médico capacitado y con mucho menos frecuencia que la anterior, son necesarios el aseo y limpieza escrupulosos para evitar cualquier infección en la zona.
Baño de esponja
Ahora bien, el aseo en la persona de edad mayor que permanece todo el tiempo en la cama se realiza con esponja, cuidando que las ventanas de la habitación permanezcan cerradas para evitar corrientes de aire. Una vez que se ha desvestido al anciano, se coloca sobre una sábana plastificada, a continuación se ponen sábanas enrolladas a los lados con el fin de "empacar" su cuerpo, sin dejar espacios vacíos. Después se enjabona el cuerpo con una toalla facial repleta de agua con jabón y se retira la espuma con la misma toalla mojada con agua limpia (el líquido que escurra será absorbido por las sábanas laterales). Ya que está limpia la parte superior del cuerpo se procede a hacer lo mismo a los lados, volteando al paciente sin olvidar limpiar perfectamente áreas como los genitales. No es aconsejable colocarlo boca abajo porque se corre el riesgo de que trague agua o no respire bien.
Finalmente, se debe secar a la perfección, e hidratar su piel; al vestirlo lo mejor es la ropa holgada y de algodón, que absorbe todo tipo de líquidos. Inclusive puede otorgarle otros cuidados, como rasurarlo, perfumarlo, inclusive hacerle manicure o maquillarlo, lo que ayudará a elevar su estado de ánimo.
Cariño y atención
Autoestima y bienestar del adulto incapacitado depende de los cuidados que se le prodiguen de buena gana. Por ello es muy importante que usted esté consciente de que estas atenciones pueden prolongarse por tiempo indefinido y que la persona encargada tiene que estar dispuesta a realizar la tarea del mejor humor. Una buena opción es trasladar a la persona a algún lugar donde se le dé cuidado especial y profesional, aunque si se decide cuidarlo en casa, la paciencia y amor siempre dan buenos resultados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario