martes, 1 de mayo de 2012


Lealtad y cariño en cuatro patas
La compañía de cualquier mascota nos evoca siempre ternura, compañía y amistad pero para los adultos en plenitud estos sentimientos se multiplican al cien; cualidades que se intensifican cuando la soledad busca filtrarse en sus vidas; es en estos momentos en donde nuestra “mascota” toma un papel más importante al sentirlo parte de nuestra familia y aún más un amigo.
Se considera que la presencia de mascotas en residencias o en la propia casa del adulto mayor convierte esta etapa, (muchas veces triste) en una situación amable y llevadera; disfrutar a diario de un perro o un gato le ayudará a seguir adelante de una manera mucho más optimista.
Muchas investigaciones así lo avalan. Un ejemplo de ello son los estudios realizados por la Fundación Affinity, que ha conseguido grandes avances en los conocimientos sobre las ventajas que aporta una mascota a algunos sectores de la población como adultos mayores, discapacitados o presos.
NOTABLES MEJORÍAS: La mayoría de las personas muestran una actitud positiva a través de su relación con una mascota. Las observaciones efectuadas hasta el momento demuestran que se pueden conseguir importantes mejoras en problemas de tipo psicológico y físico gracias al apoyo de un animal doméstico.
Mayor movilidad, más amigos, menos medicinas y un aumento de la sensación de bienestar son algunos de los aspectos positivos que aportan a la gente mayor. El hecho de cuidar de un animal, manteniendo la cabeza ocupada, es otra gran virtud de nuestro amigo. Además, debemos pensar en lo agradable que puede ser para una persona que se ha quedado sola contar con un pequeño compañero en casa que le haga la vida más alegre y le haga olvidar sus penas.
TERAPIAS CON ANIMALES: Para la gente mayor, la convivencia con un animal puede transmitir mucha vitalidad; incluso llegan a vivir más tiempo y con mayor calidad. El hecho de tener la responsabilidad de dar de comer a su mascota, llevarlo al veterinario, cuidar su aspecto físico, etc. supone realizar más ejercicio y, por tanto, la consecuente mejora de su salud. Igualmente, acariciar al animal, sentir sus mimos y su necesidad de cuidados, son grandes puntos a favor del uso de animales en el tratamiento contra la depresión.
En algunos países se tienen animales en los hogares geriátricos como parte de la terapia con los mayores. Sin embargo, no debemos olvidar que este método no debe aplicarse aislado, sino que es complementario de los cuidados que el adulto necesita de los expertos médicos.
La mayoría de las personas no conoce las enormes excelencias que producen las mascotas sobre ellos mismos. Un perro o un gato son los mejores compañeros para cualquiera de nosotros, pero más aún cuando se llega a la tercera edad.
Entretenimiento, relajación y equilibrio emocional son algunos de los beneficios demostrados. Incluso, varias pesquisas han evidenciado que aumentan y mejoran la vida en enfermos cardíacos. Por tanto, nada mejor que un buen y leal amigo para combatir los pesares al llegar la vejez.

No hay comentarios: