viernes, 23 de octubre de 2009

LAS FRUTAS Y EL CEREBRO

Si bien hasta ahora la mayoría de los estudios epidemiológicos indicaban la existencia de un claro vínculo entre el consumo de frutas y verduras con una disminución del riesgo de accidente cerebrovascular –ACV-, esta asociación no había sido cuantificada con exactitud.
En un estudio publicado el 28 de enero último en la mundialmente prestigiosa revista The Lancet, los investigadores concluyen que el consumo de cinco o más raciones diarias de vegetales y frutas reduce en un 26% el riesgo de padecer un ACV. Las Guías Alimenticias para los estadounidenses que publican los Departamentos de Salud y de Agricultura de los Estados Unidos en el 2005 ya recomiendan, para una ingesta de 2,000 calorías tomada como referencia, dos tazas de fruta y 2½ tazas de vegetales por día.

En el grupo de las frutas se incluyen a todos los jugos de frutas (naturales 100%) y frutas secas, enlatadas, congeladas y frescas. En el grupo de las verduras se incluyen a todos los jugos de verduras y verduras secas, enlatadas, congeladas y frescas, y se considera en general que 1 taza de verduras crudas o cocidas o jugo de verduras, ó 2 tazas de hojas verdes crudas, constituyen 1 taza en este grupo.

El estudio, realizado por los doctores Feng J. He y Graham A. MacGregor de la Universidad de St. George de Londres y por la doctora Caryl A. Nowson de la Universidad Deakin de Australia, es una revisión muy estricta de la literatura publicada hasta ahora, para lo cual se consultaron las bases de datos más importantes del mundo. Los trabajos seleccionados incluyen en total más de un cuarto de millón de personas, de las cuales cerca de 5000 habían sufrido un accidente cerebrovascular.

Los ACV constituyen la tercera causa de muerte y la causa más frecuente de discapacidad en la mayoría de los países desarrollados, por lo que cobran una gran relevancia las tareas de investigación y de prevención. Estos accidentes cerebrovasculares pueden ser de tipo isquémico –infartos de cerebro- como de tipo hemorrágico –derrame cerebral-, y pueden producir una amplia gama de trastornos como parálisis de la mitad derecha o izquierda del cuerpo, dificultad para hablar, para leer, para realizar actividades cotidianas (lavado de dientes, peinarse, afeitarse), trastornos auditivos o visuales, etcétera. En ocasiones, existe una franca recuperación de los pacientes, pero a veces las secuelas resultan irreversibles.

Es mucho lo que se puede ganar con una simple modificación dietaria. Los efectos protectores de las verduras y las frutas tienen bases biológicas sólidas, ya que éstas son fuentes ricas en potasio, folato, fibra y antioxidantes como la vitamina C, los betacarotenos y los flavonoides. Dos de los factores de riesgo vascular más importantes son la hipertensión arterial los lípidos –grasas- en la sangre. Existen investigaciones que vinculan estas sustancias mencionadas con una disminución de las cifras de presión y de colesterol, además de otros efectos benéficos que producen.

No hay comentarios: