Las manifestaciones clínicas del cáncer de pulmón son muy variables al depender tanto del tipo de tumor, como de la localización y extensión del mismo.
Los signos y síntomas se pueden agrupar en cuatro apartados:
- Síntomas locales: Tos, dificultad para respirar, dolor torácico, hemoptisis, disfonía (por afectación del nervio recurrente, ya sea por invasión directa del tumor o por afectación de ganglios próximos).
- Síntomas generales: Pérdida de peso, astenia o cansancio y anorexia que se presentan generalmente en fases avanzadas de la enfermedad.
- Síntomas derivados de las metástasis:- Afectación del hígado: Ictericia o coloración amarillenta de la piel, dolor abdominal en el cuadrante superior derecho del abdomen y signos de insuficiencia hepática. Es la más frecuente.
- Afectación del sistema nervioso central: Están presentes en el 10% de los casos en el momento del diagnóstico en los tumores de células pequeñas. Generan un amplio abanico de síntomas que incluye desde alteraciones del comportamiento, dolor de cabeza, parálisis motora de las extremidades e incluso el coma.
- Afectación de los huesos: El dolor óseo es típico de las lesiones metastásicas que asientan en el hueso, por orden de frecuencia a nivel de las vértebras, pelvis, huesos largos (húmero, cúbito, radio, fémur, tibia y peroné) y costillas.
- Síndrome de la vena cava superior: Un 12% de pacientes con cáncer de pulmón presentan este síndrome. Es debido a la compresión y/o trombosis de la vena cava superior por invasión directa del tumor o de los ganglios que la rodean. Este síndrome, se identifica por hinchazón del cuello, cabeza y extremidad superior derecha, con una dilatación muy marcada de las venas en estas localizaciones.- Signos paraneoplásicos: Lo más característicos son los síntomas derivados de la secreción de hormonas por parte de las células tumorales. Son más frecuentes en los tumores de "células pequeñas" y entre éstos los más frecuentes son el aumento de secreción de la hormona ACTH-like que produce intolerancia a los hidratos de carbono, debilidad, atrofia muscular en la parte superior de las extremidades, depresión, confusión, psicosis... entre otros, todos ellos síntomas de síndrome de Cushing.También es frecuente el aumento de secreción de hormona antidiurética, que se manifiesta por disminución de la micción, anorexia, astenia, alteraciones del nivel de conciencia e incluso coma. Otras manifestaciones relacionadas con el carcinoma de células pequeñas son la ginecomastia, debilidad muscular, alteraciones en la sensibilidad etc.
La mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón del tipo "células pequeñas", presentan enfermedad avanzada cuando acude al médico. Menos del 5% de estos tumores se descubren casualmente tras una radiografía de tórax realizada por otro motivo y el 70% presentan enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico.
Ante la sospecha de cáncer de pulmón se deben realizar además de una correcta historia clínica, que recoja todos los datos del paciente, una serie de pruebas que confirmen el diagnóstico y ayuden a decidir la actitud terapéutica a seguir. - Diagnostico etiológico del tumor:
Con la utilización de estas tres técnicas es posible diagnosticar el 97% de todos los cánceres de pulmón. - Diagnóstico de extensión o estadiaje del tumor Para evaluar la extensión tumoral y las posibles metástasis a distancia, es preciso realizar una serie de pruebas diagnósticas. Estas pruebas deben realizarse siguiendo un esquema que permita obtener el máximo rendimiento utilizando las pruebas clínicas e instrumentales más básicas. Cuando existen problemas de identificación con las pruebas anteriores es necesario realizar pruebas más complejas que incluyen la resonancia nuclear magnética (RNM), la ecografía transtorácica o transesofágica, la mediastinoscopia, la tomografía por emisión de positrones (PET), la punción aspiración transtraqueal o transbronquial etc
En ausencia de estas situaciones, no sería necesario realizar pruebas diagnósticas específicas. Sin embargo, cuando por los síntomas se sospecha la existencia de metástasis en el cerebro sería necesario realizar una TAC craneal. - Tomografía axial computadorizada torácica (TAC) El estudio del tórax y de las zonas altas del abdomen, mediante tomografía axial computadorizada (TAC), permite en el caso de un tumor pulmonar detectar lesiones que no son visibles en una radiografía simple de tórax, ya sea por el pequeño tamaño o por la localización. Además el TAC de tórax puede ayudar a conocer la extensión del tumor, ya que permite detectar ganglios aumentados de tamaño, lesiones a nivel del hígado, de las costillas, etc. No obstante para la evaluación de los ganglios intratorácicos a veces no es suficiente con esta prueba y es necesario recurrir a pruebas más agresivas. |
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