No son las reglas de ningún libro de autoayuda sino las conclusiones alcanzadas por el psiquiatra George Valliant, investigador del Laboratorio de Desarrollo Adulto de la Universidad de Harvard, que lleva estudiando 42 años la evolución psicológica de 268 varones graduados de esta Universidad en las promociones que van desde 1939 a 1944.
De esa muestra, el 50% de los que a los 50 años tenían cinco
o seis de esas características llegaron a los 80 años en buen estado
físico y mental. De los que sólo cumplían 3 o menos requisitos, ni uno
solo alcanzó la octava década de su vida en condiciones satisfactorias.
Ésos son algunos de
los resultados del estudio, que lleva monitorizando periódicamente a sus
participantes desde que se graduaron hace más de siete décadas, en lo
que constituye a caso el análisis más exhaustivo sobre la evolución de
la salud psíquica humana jamás llevada a cabo.
Participación de JFK
Valliant, que a sus 74
años está a punto de jubilarse, será sucedido por otro investigador.
Así, el estudio continuará hasta que el último de los sujetos muera. De
hecho muchos ya han fallecido. Entre ellos el más famoso: John
Fitzgerald Kennedy , asesinado en 1963. Quien no ha muerto es otro
miembro destacado del grupo el ex director de The Washington Post, Ben
Bradlee, uno de los pocos participantes que han salido del anonimato y
han dado la cara en el estudio.
Ahora, con un pie en la jubilación, Valliant
ha hablado con la revista estadounidense The Atlantic Monthly para
explicar sus hallazgos. Para este investigador, como para muchos de sus
colegas estadounidenses, la clave de la felicidad, es,
sobre todo, la capacidad de adaptación . El otro factor determinante en
su opinión, es la relación de las personas con su entorno. ‘La única
cosa que realmente importa en la vida son tus relaciones con las demás
personas’, unas relaciones que el ser humano va desarrollando a lo largo
de toda su existencia.
—–
Cuando hablan de la importancia de mantener una buena relación de pareja
estable y de lo importantes que son las relaciones con las personas que
te rodean, no puedo dejar de pensar en lo que tristemente suele pasar
al morir uno de los dos (hablo de una pareja), es muy común que el otro
muera al poco tiempo.
Además,
numerosos estudios apoyan la teoría de que vivir en pareja aumenta las
posibilidades de cumplir más años gozando de buena salud. Supongo que
Harvard no ha descubierto el agua caliente con esta investigación. Sin
embargo, lo relativo a longevidad y amistad me resulta muy interesante.
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