viernes, 10 de mayo de 2013

CUANDO ENCUENTRES TU ALMA GEMELA


“Cuando mires a los ojos a otra persona, a cualquiera, y veas tu propia alma reflejada, entonces sabrás que has alcanzado otro nivel de conciencia” Brian Weiss. En general la gente cree que un alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, ese que nos va a comprender, valorar, seducir al instante, aquel compañero fiel pero a la vez seductor y misterioso, para nosotras las mujeres  es el príncipe azul con el que todas soñamos.
Tu alma gemela vibra en la misma frecuencia que tu, por eso te sientes atraído hacia esa persona, porque en definitiva te refleja quien realmente eres.
Sin embargo, creo que un alma gemela auténtica es en realidad un espejo, es esa persona que te saca de adentro todo lo que tienes reprimido, que te hace cuestionarte, confrontarte, mirarte sin caretas para poder crecer como persona. Una verdadera alma gemela es, seguramente la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todas tus certezas, tus autoengaños y te despierta de un porrazo a la realidad de quien verdaderamente eres.
Algunos no están preparados para reconocer a su alma gemela, otros se pierden en su búsqueda valorando cosas superficiales, persiguiendo seguridad,  estabilidad, certezas. Hay personas que totalmente desilusionados creen que no existe para ellos y abandonan la búsqueda.
Para encontrar al alma gemela que tenemos en esta vida creo que es fundamental correr riesgos, vivir fracasos, decepciones, dolores, que son la puerta de entrada para el amor. Continuamente le comento a mis pacientes lo importante que es tener la valentía suficiente como para equivocarse y volver a confiar, eso nos hace más humanos, más reales. Las derrotas, los fracasos y las desilusiones son las guías en el camino para re conocer a quien verdaderamente es nuestra alma gemela, lo fundamental es creer y perseverar en la búsqueda a pesar del desánimo y cansancio. Tener la convicción de que todo tiene su sentido a pesar de que muchas veces no podemos verlo.
Para eso recomiendo ejercitar la humildad, aprender a “agachar el moño” a no quedarse siempre con la última palabra, a no defenderse en exceso de las críticas, eso nos ayuda a estar más receptivos para los demás, a no estar a la defensiva y poder reconocer y aceptar nuestros errores, creo que una persona humilde es más fuerte que quien no lo es, ya que tolera sus errores y los mide en su justa medida, lo que nos ayuda a entrar en sintonía con el amor.

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