Mientras ellos engañan como parte de una aventura, las mujeres generalmente lo hacemos cuando no recibimos la suficiente atención o cariño de nuestra pareja.
Por venganza. Muchas mujeres engañan cuando se sienten despreciadas por sus maridos o novios. En lugar de llorar con sus amigas por el daño sufrido, buscan otro hombre con quien olvidar sus penas y descargar la bronca acumulada.
Por sentirse despreciadas. Si una mujer siente que su hombre no se interesa por ella, no le demuestra sus sentimientos, ni le presta atención, entonces es muy probable que se enamore de otro y ahí surge la infidelidad. En otras palabras, las mujeres infieles buscan afuera lo que no tienen en casa.
Por celos. Si tienes un novio muy atractivo, de esos que llaman la atención de todas las mujeres, y encima eres celosa, entonces algún día podrás ser infiel. Es un caso particular, pues quienes son infieles por celos lo hacen como forma de subir su autoestima y seguridad.
Para buscar un cambio. Esta suele ser una de las razones más comunes de infidelidad en las mujeres. Entre problemas económicos, laborales y estrés acumulado, muchas buscan otro hombre para encontrar una emoción en sus rutinas.
Para “reemplazar”. Una cantidad de mujeres confiesan haber engañado a sus maridos para “probar” quién podría ser su próxima pareja. Sin dudas, un caso extraño.
Por insatifacción sexual. Cuando una mujer nota que cada vez tiene menos relaciones sexuales con su pareja, suele sentirse no deseada y poco atractiva, entonces corre en brazos de otro hombre que la haga sentir especial.
Como señal de alerta. Cuando las cosas no van bien en una relación, a veces las mujeres podemos engañar a nuestra pareja como señal de alerta para que se de cuenta que, si no se solucionan las cosas, todo podrá terminar.
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