Llegar a la tercera edad no significa que se deba renunciar al afecto, sí cambia la forma de relacionarse. Tampoco está vedada la iniciación tardía, quien jamás tuvo pareja, aún está a tiempo de emprender una relación amorosa, plena y satisfactoria.
Un adulto mayor que viva solo, no tendrá oportunidad de compartir, ni apoyo en los momentos difíciles. Para la tercera edad, la relación de pareja es de carácter vital, los abrazos, besos y caricias, toman especial relevancia en esta etapa.
Los adultos mayores en general se manifiestan afines a emprender relaciones de pareja, como medio de escapar de la soledad, para evitar convertirse en una carga para la familia, pero en general se topan con la oposición de la familia. Esto debido a los prejuicios que la sociedad tiene incrustados, que ubican al adulto mayor quietecito en un sofá, o jugando con sus nietos.
La pareja:
encuentran con mucho tiempo y espacio Muchas veces las parejas de adultos mayores han perdido los mejores momentos compartidos, en beneficio de hijos y nietos. Cuando los hijos y nietos parten del hogar, los adultos selibres para recomenzar la relación de un modo diferente, o retomarla justo donde la dejaron, y retomar la frescura, los juegos, en todo caso, con el alivio que significa la ausencia de observadores ajenos, que en las personas de esta edad, puede provocar inhibiciones y censura. La soledad fortalece los lazos, la solidaridad, el afecto, y la comprensión.
Los cambios de la tercera edad:
Los geriatras y sociólogos coinciden en señalar que esta etapa tiene características muy peculiares, ya que se trata de la única etapa que no conduce a otra, o sea que es el final del camino, y por este motivo, debería ser más plena. El niño pasa a la adolescencia creyendo que en esa etapa lo pasará mejor. el joven centra sus esperanzas en la libertad de la edad adulta. El adulto tal vez no ansíe la etapa siguiente, pero se conforta pensando que acabará su etapa laboral.
Los cambios físicos son la principal desventaja de esta etapa, el cuerpo está cansado, el vigor ha disminuido, comienzan las limitaciones alimentarias, los golpes y caídas representan un peligro, la temperatura tiene incidencia desfavorable. Las pérdidas se dan en todos los niveles, la capacidad laboral, el rol productivo, la fuerza física, los amigos, la pareja, los hijos. Aparece el temor a la soledad, al aislamiento, la dependencia, la falta de recursos, la fragilidad, la discapacidad, lo cual plantea un panorama desalentador.
Sexualidad en la tercera edad:
Es natural que ante este panorama, los adultos mayores se sientan conflictuados respecto a su sexualidad. Deben luchar contra las convenciones sociales, contra la familia, y contra sus propias creencias que están arraigadas desde mucho tiempo atrás, y oponer a esto sus deseos sexuales.
La frecuencia sexual, obviamente no es la misma, pero los intereses sentimientos, afinidades, se fortalecen. En esta etapa se establecen relaciones de mayor calidad.
Los avances de la medicina, permiten ayudar a los adultos mayores, con una mejor calidad de vida. Sólo deben deponer sus sentimientos de culpa ante su acercamiento al sexo, controlarse con los especialistas, lo que podría desembocar en su bienestar sexual.
Lo principal es disfrutar en plenitud las nuevas posibilidades que la etapa propicia.
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sábado, 28 de marzo de 2009
El Amor en la tercera edad
Etiquetas:
adulto mayor,
amor,
pareja,
sexo
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1 comentario:
muy bonitos.
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