Efectivamente, existen alimentos que influyen en nuestra conducta, causan algunas reacciones alérgicas y modifican el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, lo cual puede afectar considerablemente el estado mental. Un ejemplo es el chocolate, que en pequeñas cantidades es formidable promotor del optimismo y la felicidad, pero que si se consume en exceso puede generar angustia, ya que este producto es rico en sustancias como cafeína, teobromina y otras que irritan el hipotálamo (región del cerebro que controla la función de las glándulas).
Del mismo modo, se puede apreciar que la deficiencia de vitamina B6 (presente en alimentos ricos en azúcares refinados, aditivos y colorantes) a nivel del cerebro puede desencadenar conductas agresivas e hiperactividad.
Se sabe, asimismo, que algunos casos de neurosis (conjunto de enfermedades que afectan al sistema nervioso) se relacionan estrechamente con la presencia de toxinas de origen animal que se forman en el colon, provocando en primera instancia problemas de estreñimiento que repercuten directamente en el intestino, el cual se ve obligado a alterar su capacidad de autoprotección, de forma que las sustancias producidas por el colon tienen que moverse hacia otras partes del organismo, con repercusiones graves en el estado de ánimo de la persona afectada.
De la misma manera, la carencia de ciertas vitaminas y minerales ocasiona diversos trastornos, por ejemplo, la falta de potasio provoca cansancio y confusión, si no consumimos magnesio estaremos apáticos y débiles, mientras que si carecemos de vitamina B12 podemos padecer una degeneración del sistema nervioso. Asimismo, fatiga y depresión se presentan cuando no hay suficiente cantidad de niacina (vitamina B3), la cual ayuda a eliminar los depósitos tóxicos del organismo.
Una dieta para cada necesidad
En caso de estar estresado, lo mejor es combinar una alimentación de carbohidratos complejos (los puede obtener de macarrones, espagueti, pan, arroz, legumbres y papas) con vitaminas del complejo B (verduras de hoja verde, frutas frescas y cereales integrales), vitamina C (naranja, guayaba, toronja) y zinc, que se encuentra en hígado, carne roja, yema de huevo, productos lácteos y mariscos. Esta dieta, siempre con medida, le ayudará a prevenir infecciones provocadas por el debilitamiento del sistema inmunológico (aquel que nos defiende del ataque de bacterias y virus), reducirá la fatiga y ofrecerá efecto sedante que lo mantendrá tranquilo y relajado.
Si está pasando por un periodo de melancolía y nostalgia, es recomendable consumir productos lácteos (leche, queso, yogurt), carne magra (sin grasa), huevos, aves, pescados y mariscos, vísceras, chícharos, frutas como melón y naranja, así como verduras frescas, como espárragos, brócoli, col y lentejas, cereales, pasta, papas, arroz, pan y dulces, como chocolate y miel. Todos estos alimentos contienen proteínas, vitamina B6 y carbohidratos, que nos ayudarán, en primer lugar, a subir el ánimo, debido a un aminoácido llamado triptófano, que estimula la producción de serotonina (sustancia que se utiliza en el tratamiento de la depresión); la vitamina referida nos puede ayudar a combatir la tristeza, en tanto que los carbohidratos producen sensación de bienestar.
Por otro lado, si se encuentra en estado de ansiedad, lo mejor es que coma fruta fresca, especialmente naranjas y limones. También se sugiere consumir vitaminas del complejo B, que se encuentran en carne, huevos, queso, nueces y verduras de hoja verde, como espinacas y acelgas, además de bebidas lácteas dulces; todo esto para reducir el efecto que produce la carencia de vitamina C y vitamina B6 (similar al estado de estrés). Tomar un vaso con leche y azúcar ayuda, ya que contiene triptófano y carbohidratos simples, que calman la mente y brindan sueño realmente efectivo.
Si se siente falto de energía, será benéfico añadir a su régimen alimenticio carne roja, hígado, sardinas, mariscos, cacahuates, verduras de hojas verdes como brócoli, coles de Bruselas, espinacas, así como pastas, pan integral, pollo, pescado, productos lácteos y huevos, alimentos con los que obtendrá zinc y aumentará su energía, hierro, que le ayudará a prevenir anemia y carbohidratos para aumentar su sensación de bienestar. Sin embargo, tenga cuidado de no consumir carbohidratos refinados, presentes en galletas, caramelos y pasteles, ya que en vez de proporcionar energía causan fatiga.
Si usted es de las personas con notables variaciones en su estado de ánimo, es decir, que por momentos se siente muy bien y repentinamente decae, tal vez requiera de alimentos que contengan carbohidratos complejos, como legumbres (frijoles y lentejas), cereales integrales y frutas, así como vitaminas del complejo B (papas, frutas frescas, cereales integrales, huevos, carne magra, hígado y aves).
Por último, si está irritado y necesita calmarse, puede comer cereales, leche, galletas y miel en el desayuno, y pasta, arroz, pan, legumbres y papas a lo largo del día; todos estos alimentos contienen carbohidratos, que aumentan los niveles de serotonina y logran efecto sedante en los nervios. Si también consume arroz integral, yema de huevo, pescado, frutas secas, plátanos, aves, vísceras, soya, cereales integrales, productos lácteos y levadura de cerveza, su cuerpo recibirá vitaminas del complejo B, con lo cual podrá elevar el ánimo y reducir la ansiedad.
Así las cosas, una dieta balanceada nos ayudará a desintoxicar nuestra mente y nos dará la energía suficiente para impedir que la depresión y el estrés se apoderen de nuestra vida. Vacúnese hoy contra el mal humor, simplemente... coma bien.
1 comentario:
Para aquellos que les interese más información sobre los carbohidratos, estamos recopilando información y confeccionando una web:
http://www.alimentos-carbohidratos.com
Buen post, seguiremos tus avances.
Un saludo
Marisa
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