Experimenta el amor en la tercera edad
    
      El amor en la tercera edad
 
 
 Foto: Archivo. 
 
      
    
 “Mis hijos se casaron y ambos viven en el 
exterior. A veces me siento muy sola y me gustaría tener una pareja con 
quien compartir todo lo que estoy viviendo, pero creo que ya es tarde 
para romances”, comenta Sonia, que a sus 55 años tiene miedo de darle el
 sí a un admirador que la pretende desde hace dos años.
  Muchas veces, la vergüenza y la timidez impiden que una persona mayor 
de 50 años se anime a experimentar una nueva relación amorosa. ¡Abajo 
los miedos! El amor no  tiene edad, lo que sucede es que cambia con el 
pasar de los años. Cuando se es joven el amor es más pasional y más 
loco, luego se convierte en algo más maduro y sereno. En la tercera edad
 pasa a ser más de compañía y cuidado, pero no es una regla.
 El psicólogo Carlos Velásquez agrega que este sentimiento no se deja de
 experimentar nunca, no importa la edad. “Los sentimientos no se acaban 
ni disminuyen al pasar los años, lo que pasa es que la relación se torna
 más seria”. Después de los 50 años, las personas sienten el mismo amor 
que sentían a los 40, pero lo manifiestan de forma más pasiva. Esta 
manifestación se va acentuando año tras año y, aunque no existe una 
regla, se torna más tranquila en la tercera edad, después de los 60. 
 El amor es una combinación compleja de sentimientos que involucra 
cariño, atracción, afinidad de pensamiento e interés. En la tercera 
edad, el amor se fundamenta sobre todo en la espiritualidad y la 
entrega. Por eso, el amor en esta etapa se torna menos pasional, pero se
 enriquece como una relación coloquial. “No importa mucho, por ejemplo, 
el tener que dormir juntos porque en realidad lo que les interesa es 
estar cómodos. Puede ser que a alguno de los dos le moleste el calor que
 genera el cuerpo del otro o el que se mueva mucho durante la noche o 
los ronquidos”, explica el especialista.
 Así, sin 
siquiera tener que discutirlo, ambos optan por dormir separados, pero 
cómodos. Y también puede ocurrir lo contrario: que ambos no sientan 
molestias y que quieran estar juntos en una misma cama.
 “Hay que ver las diferentes formas de amor que varían de acuerdo con la
 edad. Después de los 60, la vida sexual suele disminuir, aunque no hay 
una regla absoluta al respecto, pero suele suceder. En ese momento  lo 
que más importa es acompañarse, cuidarse y compartir sus intimidades: 
sus secretos, preocupaciones o vivencias”, indica el especialista. 
 “Mis hijos hicieron su vida y pasé mucho tiempo sola. Hace tres años 
que  decidí hacer mi vida con alguien especial. Tengo mucho cariño por 
él, lo respeto y quiero que estemos juntos hasta el fin de nuestros 
días”, relata Roxana (65) que quedó viuda cuando sus hijos aún eran 
niños.
 “En este caso”, expone Velásquez, “la persona 
busca a alguien que la acompañe y cuide. Pero la relación no se limita 
sólo a eso, para ella es muy importante el compartir, el saber que hay 
alguien con quien puede conversar, hacer planes o simplemente salir a 
dar un paseo”.
 La vida sexual entre los 60 o 65 años 
suele tornarse más pasiva en el entendido de que el varón puede empezar a
 tener disfunción eréctil y la mujer, perder ciertas características de 
su sexualidad. “Ya no hay tanto romanticismo ni pasión, pero sí se 
agranda el sentimiento de preocupación del uno por el otro en cuanto a 
salud y bienestar”, comenta Velásquez.
 La psicóloga 
Mónica Soliz señala que en la tercera edad la relación está 
completamente consolidada porque la confianza es plena en todo sentido, 
ya no existen temores de abandono, infidelidad u otras situaciones que 
son posibles de sentir en otra etapa más joven de la relación.
 “El verdadero amor no se apoya en lo físico, puesto que esta atracción 
es muy cambiante y depende de muchas variables, algunas externas. En 
cambio, sí se basa en lo espiritual, donde la relación se da a un nivel 
más profundo que tiene que ver con los sentimientos y los pensamientos”,
 agrega Soliz.
 Estas parejas han aprendido a 
compartir, tanto los buenos momentos y recuerdos como las enfermedades, 
achaques y pérdidas. Todo esto hace que se pueda disfrutar de una nueva 
etapa en el amor.
  Necesidad de compañía
 En función de la edad se vive de una u otra forma este sentimiento que 
es el amor. Sin duda, en la vejez se vive de una manera más serena y 
mucho más madura. En esta etapa, el amor muestra la necesidad de 
compañía y cariño que existe en todo corazón.
  Un corazón joven 
 De hecho, el amor tiene la capacidad de rejuvenecer a nivel emocional, 
puesto que una nueva ilusión se convierte en un motor importante para 
vivir y disfrutar el presente al máximo. Por eso se dice que la juventud
 está en el corazón de cada persona.
  La sexualidad
 La conducta sexual en la tercera edad depende mucho del estado de salud
 y emocional de la pareja, pero es muy posible. También hay factores 
culturales y de género que influyen en el sexo entre adultos mayores.
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