miércoles, 19 de septiembre de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR

Información útil para hacer feliz y llevadera la vida de nuestros viejitos.

El aceite de pescado puede frenar el declive por envejecimiento

Los investigadores emprenderán un nuevo estudio para confirmar la relación entre el omega 3 y la masa muscular.
El ejercicio moderado y el consumo regular de ácidos de aceite de pescado mantienen la inmovilidad de los ancianos a raya, según un estudio.
Los resultados de un reciente ensayo médico muestran que las mujeres mayores de 65 años que consumieron ácidos grasos omega 3 adquirieron casi el doble de masa muscular después de realizar ejercicio físico que aquellas que tomaron aceite de oliva.
Está previsto un ensayo más amplio para confirmar estos resultados y determinar por qué mejora la condición muscular.
Los datos fueron presentados en el Festival de la Ciencia Británico en Aberdeen, Escocia.
Algunos estudios relacionaron las dietas altas en omega 3, que comúnmente se encuentra en pescados aceitosos como la caballa y las sardinas, con potenciales beneficios para la salud, como un riesgo menor de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Durante el proceso natural del envejecimiento, la masa muscular se reduce entre un 0,5% y un 2% por año.
"Cerca del 1,5% del presupuesto total sanitario en Estados Unidos se gasta en cuestiones relacionadas con la sarcopenia"
Dr. Stuart Gray, Universidad de Aberdeen, Escocia
Esta degeneración, que se conoce como sarcopenia, puede conducir a debilidad e inmovilidad en los ancianos.
No hay muchos datos sobre la prevalencia de la sarcopenia en Reino Unido pero los datos de Estados Unidos reflejan que el 25% de las personas entre 50 y 70 años tiene sarcopenia y esta cifra aumenta hasta alcanzar más del 50% en aquellos que tienen más de 80 años.
Según el doctor Stuart Gray, de la Universidad de Aberdeen, el costo de la sarcopenia es inmenso, por los gastos que genera en cuidados y atención sanitaria y por los ingresos hospitalarios que se producen a causa de las caídas.
"Cerca del 1,5% del presupuesto total sanitario en Estados Unidos se gasta en cuestiones relacionadas con la sarcopenia", dijo.

La gente con una visión positiva de la vida y bienestar psicológico tiene menos riesgo de sufrir enfermedad del corazón y trastornos cerebrovasculares, afirman científicos en Estados Unidos.
Los individuos más optimistas tienen 50% menos riesgo de enfermedad del corazón y circulatoria.
                      EL OPTIMISMO   PROTEGE EL  CORAZÓN
 
Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard revisaron más de 200 estudios publicados sobre cómo el optimismo y una visión positiva de la vida protege al corazón.
Encontraron que aunque la gente optimista tiene una mejor salud general, también observaron que ver la vida positivamente ayuda a reducir los factores de riesgo cardiovasculares, como la hipertensión y el alto colesterol.
Varios estudios ya han demostrado que los estados psicológicos negativos, como el estrés, la depresión, ira, ansiedad y hostilidad, incrementan el riesgo de sufrir trastornos del corazón.
Pero hasta ahora no se tiene mucho conocimiento sobre cómo los estados positivos están vinculados a la salud cardiovascular.
La nueva investigación, publicada en Psychological Bulletin,la revista de la Asociación Psicológica Estadounidense, encontró que el optimismo y bienestar psicológico sí tienen un impacto en el riesgo de eventos como infartos y enfermedad cerebrovascular.
Bienestar psicológico
Los científicos analizaron investigaciones que registraban factores como el grado de optimismo de un individuo, su satisfacción con la vida y su felicidad.
Se encontró que los individuos con el mayor bienestar psicológico mostraron 50% menos riesgo de enfermedades del corazón y circulatorias, independientemente de la edad, estado socioeconómico, tabaquismo o peso corporal de los participantes.
"La ausencia de lo negativo no es lo mismo que la presencia de lo positivo" expresa la doctora Julia Boehm, quien dirigió el estudio.
"Por ejemplo, los individuos más optimistas tienen aproximadamente 50% menos riesgo de experimentar un evento cardiovascular inicial comparado con sus pares" agrega.
Tal como señalan los investigadores los individuos con un mayor sentido de bienestar se ven comprometidos en conductas más sanas como hacer ejercicio, comer una dieta sana y dormir bien.
Pero también este mayor bienestar está vinculado a mejores funciones biológicas, como menores niveles de presión arterial, niveles más sanos de grasa en el sangre y un peso corporal normal.
El optimismo, agregan, parece también retrasar la progresión de las enfermedades cardiovasculares.
La doctora Boehm subraya, sin embargo, que estos resultados sólo sugieren un vínculo y no quieren decir que el optimismo sea un "amortiguador" contra estos trastornos.
Además, agrega, es muy difícil medir objetivamente el estado de bienestar de una persona. Y otros factores de riesgo, como el colesterol y la diabetes son indicativos más importantes cuando se trata de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Y como una persona optimista y con sentido de bienestar tiene más probabilidad de verse comprometida en conductas sanas, esto también puede tener una influencia en los resultados del estudio.
Vínculo claro
Pero los científicos tomaron en cuenta todos estos factores y aún así se vio un claro vínculo entre optimismo y mejor salud cardiovascular.
Tal como expresa Maureen Talbot, de la organización British Heart Foundation, "la asociación entre enfermedad cardiovascular y salud mental es muy compleja y todavía no logramos entenderla totalmente".
"Aunque este estudio no investigó el efecto del estrés, sí confirma lo que ya sabemos sobre el bienestar psicológico: que es una parte importante de un estilo de vida sano, igual que mantenerse activo y comer sanamente".
"También pone de manifiesto la necesidad de que los profesionales de la salud tengan un enfoque holístico en la asistencia sanitaria, que tomen en cuenta el estado de la salud mental de una persona y analizar el impacto en su salud física" agrega la experta.
Según los investigadores si otros estudios confirman que los niveles altos de satisfacción, optimismo y felicidad tienen un impacto en la salud cardiovascular, esto deberá tomarse en cuenta en el establecimiento de estrategias de prevención y tratamiento.
Según la profesora Laura Kubzansky, otra de las investigadoras, este estudio muestra que "para mejorar la salud cardiovascular, más que simplemente mitigar los déficits psicológicos hay que incrementar las fortalezas psicológicas".
Cifras de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) muestran que más de 2.200 personas mueren a causa de una enfermedad cardiovascular cada día, esto es una muerte cada 39 segundos.

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