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El aceite de pescado puede frenar el declive por envejecimiento
Los investigadores emprenderán un nuevo estudio para
confirmar la relación entre el omega 3 y la masa muscular.
El ejercicio moderado y el consumo regular de ácidos de
aceite de pescado mantienen la inmovilidad de los ancianos a raya, según un
estudio.
Los resultados de un reciente ensayo médico muestran que
las mujeres mayores de 65 años que consumieron ácidos grasos omega 3
adquirieron casi el doble de masa muscular después de realizar ejercicio físico
que aquellas que tomaron aceite de oliva.
Está previsto un ensayo más amplio para confirmar estos
resultados y determinar por qué mejora la condición muscular.
Los datos fueron presentados en el Festival de la Ciencia
Británico en Aberdeen, Escocia.
Algunos estudios relacionaron las dietas altas en omega
3, que comúnmente se encuentra en pescados aceitosos como la caballa y las
sardinas, con potenciales beneficios para la salud, como un riesgo menor de
sufrir enfermedades cardiovasculares.
Durante el proceso natural del envejecimiento, la masa
muscular se reduce entre un 0,5% y un 2% por año.
"Cerca del 1,5% del presupuesto total sanitario en
Estados Unidos se gasta en cuestiones relacionadas con la sarcopenia"
Dr. Stuart Gray, Universidad de Aberdeen, Escocia
Esta degeneración, que se conoce como sarcopenia, puede
conducir a debilidad e inmovilidad en los ancianos.
No hay muchos datos sobre la prevalencia de la sarcopenia
en Reino Unido pero los datos de Estados Unidos reflejan que el 25% de las
personas entre 50 y 70 años tiene sarcopenia y esta cifra aumenta hasta
alcanzar más del 50% en aquellos que tienen más de 80 años.
Según el doctor Stuart Gray, de la Universidad de
Aberdeen, el costo de la sarcopenia es inmenso, por los gastos que genera en
cuidados y atención sanitaria y por los ingresos hospitalarios que se producen
a causa de las caídas.
"Cerca del 1,5% del presupuesto total sanitario en
Estados Unidos se gasta en cuestiones relacionadas con la sarcopenia",
dijo.
La gente con
una visión positiva de la vida y bienestar psicológico tiene menos riesgo de
sufrir enfermedad del corazón y trastornos cerebrovasculares, afirman
científicos en Estados Unidos.
Los
individuos más optimistas tienen 50% menos riesgo de enfermedad del corazón y
circulatoria.
EL OPTIMISMO PROTEGE EL CORAZÓN
Los
investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard
revisaron más de 200 estudios publicados sobre cómo el optimismo y una visión
positiva de la vida protege al corazón.
Encontraron
que aunque la gente optimista tiene una mejor salud general, también observaron
que ver la vida positivamente ayuda a reducir los factores de riesgo
cardiovasculares, como la hipertensión y el alto colesterol.
Varios
estudios ya han demostrado que los estados psicológicos negativos, como el
estrés, la depresión, ira, ansiedad y hostilidad, incrementan el riesgo de
sufrir trastornos del corazón.
Pero hasta
ahora no se tiene mucho conocimiento sobre cómo los estados positivos están
vinculados a la salud cardiovascular.
La nueva
investigación, publicada en Psychological Bulletin,la revista de la
Asociación Psicológica Estadounidense, encontró que el optimismo y bienestar
psicológico sí tienen un impacto en el riesgo de eventos como infartos y
enfermedad cerebrovascular.
Bienestar psicológico
Los
científicos analizaron investigaciones que registraban factores como el grado
de optimismo de un individuo, su satisfacción con la vida y su felicidad.
Se encontró
que los individuos con el mayor bienestar psicológico mostraron 50% menos
riesgo de enfermedades del corazón y circulatorias, independientemente de la
edad, estado socioeconómico, tabaquismo o peso corporal de los participantes.
"La
ausencia de lo negativo no es lo mismo que la presencia de lo positivo"
expresa la doctora Julia Boehm, quien dirigió el estudio.
"Por
ejemplo, los individuos más optimistas tienen aproximadamente 50% menos riesgo
de experimentar un evento cardiovascular inicial comparado con sus pares"
agrega.
Tal como
señalan los investigadores los individuos con un mayor sentido de bienestar se
ven comprometidos en conductas más sanas como hacer ejercicio, comer una dieta
sana y dormir bien.
Pero también
este mayor bienestar está vinculado a mejores funciones biológicas, como
menores niveles de presión arterial, niveles más sanos de grasa en el sangre y
un peso corporal normal.
El optimismo,
agregan, parece también retrasar la progresión de las enfermedades
cardiovasculares.
La doctora
Boehm subraya, sin embargo, que estos resultados sólo sugieren un vínculo y no
quieren decir que el optimismo sea un "amortiguador" contra estos
trastornos.
Además,
agrega, es muy difícil medir objetivamente el estado de bienestar de una
persona. Y otros factores de riesgo, como el colesterol y la diabetes son
indicativos más importantes cuando se trata de reducir el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.
Y como una
persona optimista y con sentido de bienestar tiene más probabilidad de verse
comprometida en conductas sanas, esto también puede tener una influencia en los
resultados del estudio.
Vínculo claro
Pero los
científicos tomaron en cuenta todos estos factores y aún así se vio un claro
vínculo entre optimismo y mejor salud cardiovascular.
Tal como
expresa Maureen Talbot, de la organización British Heart Foundation,
"la asociación entre enfermedad cardiovascular y salud mental es muy
compleja y todavía no logramos entenderla totalmente".
"Aunque
este estudio no investigó el efecto del estrés, sí confirma lo que ya sabemos
sobre el bienestar psicológico: que es una parte importante de un estilo de
vida sano, igual que mantenerse activo y comer sanamente".
"También
pone de manifiesto la necesidad de que los profesionales de la salud tengan un
enfoque holístico en la asistencia sanitaria, que tomen en cuenta el estado de
la salud mental de una persona y analizar el impacto en su salud física"
agrega la experta.
Según los
investigadores si otros estudios confirman que los niveles altos de
satisfacción, optimismo y felicidad tienen un impacto en la salud
cardiovascular, esto deberá tomarse en cuenta en el establecimiento de
estrategias de prevención y tratamiento.
Según la
profesora Laura Kubzansky, otra de las investigadoras, este estudio muestra que
"para mejorar la salud cardiovascular, más que simplemente mitigar los
déficits psicológicos hay que incrementar las fortalezas psicológicas".
Cifras de la
Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) muestran que más de 2.200 personas
mueren a causa de una enfermedad cardiovascular cada día, esto es una muerte
cada 39 segundos.
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