El
desprendimiento de retina, es una patología ocular extremadamente grave
que si no se trata, puede ocasionar la pérdida permanente de la visión.
El tratamiento debe ser inmediato, dentro de las 24 horas después de
aparecer los primeros síntomas; y la operación para restablecer la
retina debe realizarse, de ser posible en la semana siguiente de
ocurrido el desprendimiento.
Como consecuencia del proceso de envejecimiento, los adultos mayores son el grupo más propenso a sufrir esta dolencia y
en mayor proporción aquellos que sufren de diabetes severa,
hipertensión y obesidad. Esta condición, a menudo ocurre
espontáneamente; sin embargo también puede ser causada por un
traumatismo (golpe) o un trastorno inflamatorio. También puede aparecer
por una hemorragia que fraccione la capa, la rompa y la desprenda.
El
retinólogo, es el especialista que se encargará de señalar si el
paciente presenta esta patología e indicará el tratamiento a seguir.
¿Qué es la retina?
Es
un tejido transparente en la parte posterior del ojo que lo ayuda a uno
a ver las imágenes enfocadas en ella por la córnea y el cristalino.
¿A qué llamamos desprendimiento de retina?
Es la separación de la membrana sensible a la luz, situada en la parte posterior del ojo (retina) de sus capas de soporte.
SINTOMAS
- Destellos
de luz brillante, especialmente en la visión periférica (que significa
“lejos del centro”, que está referido a las áreas alejadas del centro
del cuerpo).
- Disminución repentina de la visión
- Visión
borrosa, gran cantidad de partículas flotantes que se desplazan por el
campo visual o algo similar a una cortina que obstruye la vista, dan la
apariencia de “moscas Volantes” en el ojo.
- Sombras o ceguera en una parte del campo visual, que es el área total en la cual los objetos se pueden ver en la visión lateral.
TIPOS DE TRATAMIENTO
TIPOS DE TRATAMIENTO
Las
técnicas usadas con más frecuencia son la foto coagulación con láser,
la crioterapia, la retinopexia neumática, la vitrectomía, el drenaje del
líquido subretiniano y el anillo escleral.
- Foto coagulación con láser: mediante el láser se causan quemaduras controladas alrededor de la zona desprendida. Estas quemaduras acaban por cicatrizar y sellar la retina al tejido que está debajo, que es la coroides.
- Crioterapia: mediante una criosonda se congela el tejido situado alrededor de zona desgarrada, tras lo cual se produce una cicatrización
- La retinopexia neumática: se introduce una burbuja de gas en el interior del ojo, el gas realiza una presión sobre la zona desprendida favoreciendo su cicatrización.
- La vitrectomía: consiste en una intervención quirúrgica mediante el cual se extrae el humor vitreo del interior del ojo.
- Anillo escleral o cierre esclerótico: es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se coloca una banda o anillo alrededor de la capa más externa de la pared del ojo, la esclera, con la finalidad de mantener una presión externa sobre el globo ocular que impida la extensión del desprendimiento de retina.
Cabe
señalar que los tratamientos antes descritos no garantizan la
recuperación total de la visión, en el mejor de los pronósticos la
recuperación se puede dar entre un 50 y 80 por ciento de la visión.
Hay
casos, en los que la cirugía no puede evitar la pérdida permanente de
la visión, de allí la importancia de acudir a tiempo al especialista, en
cuanto se advierta alguno de los síntomas antes mencionados.
La
cirugía no evita un nuevo desprendimiento de la retina, por lo tanto es
necesario que cada paciente asuma su responsabilidad, cuide su
alimentación, realice ejercicios, para evitar enfermedades como la
diabetes y la hipertensión, que son las causantes directas de esta
condición.
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