Los riñones filtran la sangre y ayudan a eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Estos órganos igualmente juegan un papel importante en el equilibrio químico del cuerpo y, de la misma manera que sucede con otros órganos, la función renal se puede reducir levemente con el envejecimiento.
Los riñones son parte del sistema urinario, el cual también abarca los uréteres y la vejiga. El control vesical puede verse afectado por los cambios musculares y los cambios en el aparato reproductor.
CAMBIOS POR EL ENVEJECIMIENTO
A medida que los riñones envejecen, se reduce el número de "unidades filtradoras" (nefronas), las cuales filtran el material de desecho de la sangre. La cantidad total de tejido renal también se reduce. Los vasos sanguíneos que irrigan el riñón se pueden endurecer y los riñones filtran la sangre más lentamente.
La pared de la vejiga cambia con la edad. El tejido elástico se vuelve duro y la vejiga se torna menos elástica. Los músculos se debilitan y es posible que la vejiga no se pueda vaciar completamente con la micción.
En los hombres, la uretra se puede obstruir por el agrandamiento de la glándula prostática. En las mujeres, el debilitamiento de los músculos puede permitir que la vejiga o la vagina se caigan de su posición (prolapso), lo cual puede bloquear la uretra.
EFECTO DE LOS CAMBIOS
Bajo condiciones normales, la función renal permanece normal en una persona que está envejeciendo, aunque en algunas ocasiones es más lenta que en una persona más joven. Sin embargo, la disminución de la eficiencia se presenta cuando los riñones se encuentran bajo un aumento de la carga de trabajo, debido a una enfermedad, medicamentos y otras condiciones.
Los cambios en los riñones pueden afectar la capacidad de una persona de edad avanzada para concentrar orina y contener el agua. La respuesta a los cambios en la ingesta de líquidos y electrolitos ingeridos disminuye. La deshidratación se presenta con más facilidad, debido a que las personas de edad frecuentemente experimentan menos sensaciones de sed.
La deshidratación también se puede agravar si una persona de edad avanzada reduce la ingesta de líquidos en un intento por disminuir los problemas de control vesical ( incontinencia urinaria ).
PROBLEMAS COMUNES
El envejecimiento aumenta el riesgo de trastornos urinarios como la insuficiencia renal aguda y la insuficiencia renal crónica . Las infecciones de la vejiga y otras infecciones urinarias son más comunes en los ancianos, en parte relacionado con el vaciado incompleto o también con los cambios del equilibrio químico de las membranas urinarias.
La retención urinaria o incapacidad para vaciar completamente la vejiga, que puede producir reflujo hacia los riñones y lesionarlos, es más común en los ancianos. Muchas personas de edad avanzada experimentan problemas con el control vesical o incontinencia urinaria.
Los cánceres del aparato urinario son más comunes en los ancianos, especialmente el cáncer de próstata (en los hombres) y el cáncer de vejiga.
Tanto en hombres como en mujeres, los cambios urinarios están estrechamente relacionados con cambios en el aparato reproductor. Por ejemplo, los hombres pueden experimentar problemas debido a un aumento de tamaño de la próstata ( hipertrofia prostática benigna ) y las mujeres pueden experimentar infecciones vaginales ( vaginitis ) e infecciones posteriores de la vejiga.
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