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jueves, 14 de febrero de 2013
martes, 12 de febrero de 2013
CUIDADO CON EL FRIO
Con la llegada del frío y el
aumento de la contaminación ambiental, los adultos mayores -al igual
que los niños pequeños- están propensos a contraer diversas
enfermedades respiratorias. Sin embargo, algunos simples consejos
pueden ayudar a hacer de esta época un periodo agradable. Amanecer
con un frío que cala los huesos o acostarse entumido son escenas
clásicas que se vienen a la mente con la llegada del invierno. Y junto
con él, la aparición de patologías respiratorias como las bronquitis,
faringitis, neumonías y neumonitis. “Esto se produce porque cambia el
perfil de los virus y bacterias que son más comunes en el invierno”,
explica el doctor Pedro Paulo Marín, Jefe del Programa de Geriatría y
Gerontología.
Entonces ¿qué hacer para protegerse en esta época?
Según el doctor Marín, una de las cosas fundamentales es prevenirse
contra la influenza: “Los adultos mayores tienen que vacunarse, porque
ellos están más propensos a contraer los virus de la influenza y tener
complicaciones secundarias asociadas. Al vacunarse, el cuerpo se
protege de algunas cepas de estos virus, por lo que aunque las personas
igual se pueden resfriar, no se contagian de las más severas y, en el
caso de hacerlo, los efectos de éstas se atenúan”.Más vale prevenir
Otros consejos útiles para enfrentar el invierno son: mantenerse siempre a una temperatura estable, cuidarse del exceso de frío, hidratarse, lavarse las manos varias veces al día y tratar de evitar el contacto con personas que ya están enfermas. “También es importante que el hogar esté a una temperatura adecuada, para no salir de un sitio demasiado caliente a uno muy frío”, dicen los doctores . Respecto de la calefacción, a su juicio las peores estufas son las que despiden humo (como los braseros) o las que secan mucho el aire. En el caso de las que son a parafina, su recomendación es ventilar los ambientes todos los días, para hacer que las sustancias nocivas que salen de este combustible se vayan de la casa. “Otra alternativa es dejar pasar el sol a las habitaciones -explica-. Éste mata las bacterias y los virus, como es el caso de la tuberculosis, por ejemplo”.Si pese a estos resguardos, el adulto mayor igual desarrolla una enfermedad respiratoria, el doctor Marín aconseja “aislarse para no contagiar al resto, tomar bastante líquido y consumir vitamina C. También es muy importante controlar, porque si pasados dos o tres días el paciente no mejora y está peor, lo más probable es que se haya sobre infectado por una bacteria y para eso es necesario consultar al médico”.
Guía para evitar el contagio
- Lavar siempre las manos
- Utilizar alcohol gel cuando no se dispone de agua.
- Usar bufandas, gorros, parcas y guantes para protegerse del frío.
- Tomar bastante líquido.
- Evitar las aglomeraciones.
- Vacunarse contra la influenza (gratuita para todos los adultos mayores).
- Vacunarse contra la neumonía (se debe pagar particular y su efecto dura varios años).
PARA EL ADULTO MAYOR
Luego de las intensas precipitaciones
registradas esta madrugada del día lunes en la comuna y varias regiones
del país, se espera una fuerte ola de frío con muy bajas temperaturas la
que traerán enfermedades principalmente respiratorias, las que
afectarán a la población en general, aunque en mayor cantidad en niños y
adultos mayores.
Algunas recomendaciones para pasar el
frío que leerás a continuación son generales, pero están especialmente
recomendados para los que vivimos en zonas muy frias, donde el
tiempo frío y lluvioso es escaso pero duro de soportar en casas
fabricadas para temperaturas más cálidas.
Así es, las mismas paredes de estilo
yeso que mantienen tu casa fresca en verano, sin embargo, nos hacen
sufrir un incómodo efecto nevera con las más leves caídas de tempertura.
Pero que no cunda el pánico, para no estar acurrucados y encogidos a
todas horas, hay unos cuantos trucos que nos permiten mantenernos
calientes sin recurrir al abuso de la calefacción. Éstas son algunas
ideas:
1. Engaña al ojo: Nada como una
mantita de color cálido (rojos, anaranjados, etc.) para sentirse
doblemente calentado por ella pues el calor también es una cuestión de
percepción. Por la misma razón, una decoración en estos tonos ayudará a
crear un ambiente más confortable y caliente.
2. Pon alfombras: Cubre el
suelo, sobre todo si no es de madera ni de parqué, con alfombras, y si
no dispones de ninguna, en un momento desesperado puedes colocar una
manta en el suelo, hará la misma función.
3. Estómago caliente: las
comiditas de la abuela, guisos y sopas, y un largo etcétera de recetas
idóneas para el invierno, hraán que tu cuerpo entre en calor.
4. Bebe algo: Rodea con tus
manos una taza de una infusión o cualquier bebida caliente. Antes de
beberla, incluso, ya habrás entrado en calor.
5. Deja que entre el sol: Abre las
cortinas y persianas durante el día, incluso puedes abrir las ventanas
unos minutos en las horas centrales del día. Si no hace un día soleado,
corre las cortinas, mejor si son dobles.
6. Cambia la ropa de cama: Cambiar las
sábanas de algodón por las de franela, no olvides un edredón, mejor si
es de plumas, y pon mantas extra si es necesario.
7. Coge la escoba: El ejercicio físico
en las labores de la casa hará que bombees más sangre y entres en
calor. Además, vivir en un ambiente limpio hará que tengas mejor humor y
con más fuerza vital.
8. Tapa cabeza y pies: No lo dudes, un
gorrito para dormir y unos buenos leotardos o calcetines altos te
mantendrá caliente cuando la temperatura de tu cuerpo baje mientras
duermes.
9. Usa un humidificador. Su uso
potencia la sensación térmica del calor que produce la calefacción. ¿No
lo tienes? Cuando te duches deja la puerta abierta, si tu casa es
pequeña conseguirás un efecto similar.
10. Pon el ventilador y evita las
corrientes de aire: Corriendo en sentido inverso, el ventilador de techo
empuja el aire caliente hacia el suelo. Para evitar las corrientes de
aire, sella las puertas y ventanas.
Y un último consejo, que he excluido
del decálogo porque para llevarlo a cabo se necesitan, como mínimo, dos
personas. Sí, estás pensándolo …y lo has adivinado. Acércate, comparte,
sonríe, abraza, besa. Acurrúcate con tus amigos o con tu pareja,
infalible y antiquísima solución contra el frío del cuerpo, y también
del alma. Y si no te seduce mucho la idea, ahí va otra: Abrázate a tu
perro o gato para recibir y darle calor. Bonito, eh?
PARA EL ADULTO MAYOR
Adultos mayores y niños menores de 5 años son
los que tienen más riesgo de padecer golpes de calor. Insisten en
prevenir este tipo de episodios.

Permanecer en lugar fresco y ventilado y tomar mucha agua es fundamental para pasar el calor.
Las altas temperaturas que venimos registrando -no
sólo a partir de que el calendario nos marcó el inicio del verano, el
pasado 21 de diciembre- pueden traer complicaciones para nuestra salud,
ya que el cuerpo a veces no está en condiciones de regular su
temperatura con la que lo rodea.
Por eso, para evitar los denominados agotamientos por
calor o los golpes de calor propiamente dichos -cuando el primero es
excesivo-, debemos tomar algunas sencillas medidas que nos permitirán
hacer más llevadero el verano santafesino. Las indicaciones son
especiales para los adultos mayores y los niños menores de 5 años (sobre
todo lactantes) por ser las poblaciones que tienen mayores riesgos,
pero las recomendaciones valen para todos.
La Dra. Andrea Uboldi, directora de Promoción y
Prevención de la Salud de la cartera sanitaria, aseguró que “este
sistema de regulación de la temperatura corporal en relación con las
altas temperaturas imperantes falla más en los lactantes, los bebés y
los adultos mayores, pero también en los enfermos (personas con fiebre o
que están cursando cuadros de diarrea y vómitos) y personas quemadas o
que hayan estado permanecido mucho tiempo al sol”.
En ellas -advirtió-, se da lo que se denomina
agotamiento por calor o, al extremo, golpe de calor, que se caracteriza
por fiebre alta (entre 39º y 40º); piel enrojecida (caliente y seca
porque no hay sudoración); sensación de que el corazón late mucho; dolor
de cabeza palpitante; fatiga o sensación de falta de aire; y sensación
de náuseas y mareos. Pero en los cuadros más graves se da la pérdida del
conocimiento.
Por este motivo, la funcionaria aconsejó que si las
temperaturas son elevadas no hay que hacer ejercicios violentos ni
actividad física extenuante; colocarse ropa cómoda, fresca y de colores
claros; ubicarse en lugares frescos y ventilados; bañarse frecuentemente
o refrescarse las zonas con mayor circulación de sangre, como el
cuello, las axilas y la ingle; consumir comidas sencillas; y no ingerir
bebidas alcohólicas, porque deshidratan más, sino agua, jugos naturales
y, en los lactantes, darles la teta a demanda. En este punto, Uboldi
remarcó que “no hay que esperar a tener sed para tomar agua u otro
líquido fresco, porque ese síntoma se tiene cuando uno está
deshidratado”.
Agua y vestimenta
Con relación a las recomendaciones para los adultos
mayores, la Dra. Andrea Uboldi explicó que “no es aconsejable poner al
sol a aquellos que se encuentran en sus domicilios o en lugares para
ancianos sino siempre bajo techo o en lugares frescos y ventilados.
También es bueno que puedan tener cerca un dispenser o un lugar donde
buscar fácilmente agua fresca para tomar”.
Asimismo, insistió en que “tanto a los adultos
mayores como a los niños hay que forzarlos a tomar agua porque siempre
dicen que no tienen sed. También es común que éstos se abriguen mucho y
por eso hay que supervisar que no lo hagan, que no estén con medias y
que, en el caso de las mujeres, usen vestidos de algodón y no de lycra”.
Por último, sugirió controlar “si duermen mucho o si
están decaídos, ya que pueden ser signos de golpes de calor, y advertir
si la lengua está seca para incrementar la cantidad de ingesta de agua”.
Ante la emergencia
Si una persona se siente descompuesta por el calor
-aconsejó la Dra. Andrea Uboldi- es aconsejable que se siente o se
acueste en el lugar en donde ocurre el malestar, de manera que pueda ser
asistida. Se le debe colocar un paño frío en la frente y, si está
consciente, ofrecerle agua o algún líquido. Pero si está desmayado
-aclaró- nunca se le debe dar a beber porque se puede ahogar y se debe
llamar a la emergencia
lunes, 11 de febrero de 2013
HÁBITOS QUE TE MANTIENEN SANO
TRATAR DE LLEVAR UNA VIDA SANA
El descanso es de gran importancia, pues un sueño reparador no sólo nos da más energía sino que además permite que el cuerpo realmente se regenere. Dormir ocho horas es indispensable, pues la mayoría de las personas que presentan síntomas de depresión tienen en común trastornos del sueño, sobre todo en la adolescencia.
Ir a la cama temprano, según investigadores de la Universidad de Columbia, reduce las posibilidades de que una persona tenga pensamientos suicidas, ya que según una encuesta aplicada a 15 mil estudiantes, aquellos que se duermen antes de las 22:00 horas no presentan síntomas de depresión.
Otro buen hábito, por más singular que le parezca, está asociado a las tareas del hogar, las cuales, de acuerdo con un estudio elaborado por científicos del Reino Unido, reducen las probabilidades de padecer cáncer de mama, ya que la actividad física al barrer o limpiar el piso ejercita el cuerpo.
Esta investigación, que involucró a 200 mil mujeres, de nueve países europeos, destaca que aquellas amas de casa que pasaban entre 16 y 17 horas a la semana haciendo las tareas típicas del hogar, como cocinar o limpiar tenían 20 por ciento menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
En el caso de los hombres la masturbación, contrario a todos los dogmas sociales y religiosos que hay de por medio, puede ayudarles a reducir las probabilidades de padecer cáncer de próstata. En 2003, científicos australianos descubrieron que los hombres que llevan a cabo la autosatisfacción, no sólo tienen una mejor vida sexual sino que además su estado de ánimo y de salud es mucho.
EJERCICIOS Y ACTITUD POSITIVA
Resulta común pensar que llegar a la tercera edad es
sinónimo de quietud e incapacidad. Nada más lejano a la realidad, por
el contrario, en esta etapa resulta igual o más importante mantener una
vida activa donde el ejercicio sea una parte fundamental para tener una buena vejez, a pesar de que los cambios físicos impidan mantener el ritmo de vida al que una persona estaba habituado.
Pero antes de hablar de ejercicio y actividades, se debe hacer conciencia de lo que sucede en el organismo al pasar de los 60 años y así adecuar un plan de acción. Por ejemplo, entre los cambios más comunes en la tercera edad están los problemas de irrigación sanguínea que provocan una disminución de la capacidad respiratoria y el ritmo cardiaco, además de aumentar la presión arterial; los músculos y huesos del cuerpo disminuyen su volumen y fuerza; y por otro lado los procesos sensoriales, que implican al ojo y al oído se ven limitados en sus funciones.
Consecuencias de no hacer ejercicio
La fuerza y la masa muscular declinan un 15 por ciento por década después de los 50 años y un 30 por ciento a partir de los 70 años; pero no porque envejezcan, sino porque se dejan practicar actividades que exigen trabajo muscular y como consecuencia directa está la osteoporosis, tanto en hombres como mujeres, así como la atrofia de los músculos que los hace más propensos a lesionarse, a entumecerse y a perder fuerza.
Este debilitamiento físico no sólo repercute en el cuerpo, también merma en el estado de ánimo y autoestima de quienes padecen las consecuencias del sedentarismo, pues ante la imposibilidad de tener la autonomía de antes se consideran una carga para la familia y prácticamente se ven a sí mismos como un bulto.
Para evitar esta situación te sugerimos integrarte en las actividades familiares desde las más básicas como la hora de la comida, hasta los eventos que requieran una participación activa. Además existen grupos y asociaciones dedicados a trabajar con personas de la tercera edad en donde además de activación física, también se proponen talleres que fomentan la creatividad y el apoyo social entre sus miembros.
Recuerda la calidad de vida que lleves en la tercera edad es en mayor parte cuestión de actitud, así que no dudes en levantarte del sillón y disfrutar tu vejez al máximo.
Pero antes de hablar de ejercicio y actividades, se debe hacer conciencia de lo que sucede en el organismo al pasar de los 60 años y así adecuar un plan de acción. Por ejemplo, entre los cambios más comunes en la tercera edad están los problemas de irrigación sanguínea que provocan una disminución de la capacidad respiratoria y el ritmo cardiaco, además de aumentar la presión arterial; los músculos y huesos del cuerpo disminuyen su volumen y fuerza; y por otro lado los procesos sensoriales, que implican al ojo y al oído se ven limitados en sus funciones.
Consecuencias de no hacer ejercicio
La fuerza y la masa muscular declinan un 15 por ciento por década después de los 50 años y un 30 por ciento a partir de los 70 años; pero no porque envejezcan, sino porque se dejan practicar actividades que exigen trabajo muscular y como consecuencia directa está la osteoporosis, tanto en hombres como mujeres, así como la atrofia de los músculos que los hace más propensos a lesionarse, a entumecerse y a perder fuerza.
Este debilitamiento físico no sólo repercute en el cuerpo, también merma en el estado de ánimo y autoestima de quienes padecen las consecuencias del sedentarismo, pues ante la imposibilidad de tener la autonomía de antes se consideran una carga para la familia y prácticamente se ven a sí mismos como un bulto.
Para evitar esta situación te sugerimos integrarte en las actividades familiares desde las más básicas como la hora de la comida, hasta los eventos que requieran una participación activa. Además existen grupos y asociaciones dedicados a trabajar con personas de la tercera edad en donde además de activación física, también se proponen talleres que fomentan la creatividad y el apoyo social entre sus miembros.
Recuerda la calidad de vida que lleves en la tercera edad es en mayor parte cuestión de actitud, así que no dudes en levantarte del sillón y disfrutar tu vejez al máximo.
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