Por
favor, lean esta entrada con el criterio suficiente para buscar más
información al respecto. Mi experiencia con el uso del bicarbonato de
sodio (Natron aquí en Noruega) ha sido muy buena, podría decir
que es como el remedio casero de la familia. Alguna vez me pidieron la
receta, así que la dejo por aqui: Jugo de 3 limones en un vaso, añadir
azúcar al gusto, llenar con agua hasta 3/4 del vaso y agregar 1/4 de
cucharadita de bicarbonato de sodio, revolver bien (hace espuma) y tomar
3 veces al día hasta por 2 días.
Musica
domingo, 10 de febrero de 2013
viernes, 8 de febrero de 2013
ENFERMEDADES DE LA PIEL
Si bien todo nuestro organismo se deteriora gradualmente, es en la piel
donde mejor se evidencia el pasar de los años. En ella, al envejecimiento
biológico e inevitable, se suma el fotoenvejecimiento, atribuido
a la exposición crónica al sol.
El envejecimiento cutáneo es cada vez más más evidente
por la mayor expectativa de vida, que en Chile es de 72 años para
el hombre y 75 para la mujer, cifras muy cercanas a las de países
desarrollados.
Las consultas dermatológicas en adultos mayores son cada día
más frecuentes, por lo que se impone el conocimiento cabal de la
dermatología geriátrica para solucionar los múltiples
problemas cutáneos que debe enfrentar este grupo poblacional.
Envejecimiento cutáneo y fotoenvejecimiento
El envejecimiento cutáneo incluye dos fenómenos independientes;
uno es el envejecimiento real, que es el conjunto de cambios atribuidos
al paso del tiempo, y otro es el fotoenvejecimiento, que son las modificaciones
debidas a la exposición crónica al sol, que representan
un envejecimiento acelerado que puede ser evitable.
Los mecanismos fisiopatológicos moleculares del envejecimiento
cutáneo no se conocen. El envejecimiento cutáneo que se
observa en zonas de piel protegida de la luz solar se caracteriza clínicamente
por arrugas finas, laxitud, atrofia de la dermis y reducción del
tejido adiposo. La piel dañada actínicamente, en cambio,
se caracteriza por arrugas toscas, más profundas, y aparición
de surcos, con aumento de laxitud debido a la acumulación de material
elastótico anormal en la piel.
Dermatosis geriatricas frecuentes
El límite entre lo fisiológico y lo patológico es
a menudo difícil de establecer en adultos mayores. Las enfermedades
cutáneas se derivan de la interacción de diversos factores,
tales como:
1. Alteraciones en la función de la piel, propias en adultos mayores, que dependen en parte de factores genéticos no bien conocidos.
2. Efecto acumulativo de la radiación ultravioleta.
3. Exposición a carcinógenos químicos (ingestión de arsénico y/o derivados de alquitrán).
4. Alteraciones cutáneas debidas a deterioro de otros órganos, por ejemplo alteración del sistema vascular periférico, que modifica
5. Aumento de frecuencia de enfermedades crónicas, con manifestaciones cutáneas.
6. Exposición prolongada o repetitiva a múltiples fármacos.
La incidencia real de dermatosis en los adultos mayores ha sido poco
estudiada. En un estudio chileno, de noventa adultos mayores representativos
de la población, todos los individuos presentaban por lo menos
una alteración cutánea, con un promedio de 5 dermatosis.
Las alteraciones cutáneas más frecuentes son:
Arrugas. Las arrugas, junto con el encanecimiento son los signos
más evidentes del envejecimiento. Estas son más prominentes
en áreas de mayor exposición solar y dependen de factores
genéticos y ambientales. Histológicamente se aprecia degeneración
de fibras elásticas en acúmulos de material amorfo, disminución
del número y calidad de fibras colágenas y adelgazamiento
de dermis y tejido celular subcutáneo.
Prurito. Este síntoma es muy común en los adultos
mayores. En un 10% a 50% de los pacientes, este síntoma está
relacionado con alguna enfermedad, como insuficiencia renal crónica,
hipertiroidismo, diabetes, linfomas, leucemia, policitemias, enfermedad
hepática y drogas. Todo paciente sobre 60 años con un prurito
generalizado sin erupción cutánea debe ser estudiado para
descartar las enfermedades mencionadas.
La causa más frecuente de prurito en los adultos mayores es la
xerosis. Este síntoma desapare con medidas generales para tratar
esta dermatosis. Existe un pequeño grupo de pacientes en que no
es posible determinar la causa, constituyendo el prurito senil, a menudo
difícil de manejar.
Xerodermia. También denominada asteatosis, corresponde
a una piel seca, áspera y escamosa, y es la dermatosis más
prevalente en Chile (64%), en adultos mayores. Se ve con mayor frecuencia
en las extremidades y en los meses fríos. Su causa es incierta;
si bien hay una disminución del contenido de agua, probablemente
por un aumento en su pérdida por el estrato córneo defectuoso,
también se ha postulado una disminución de lípidos
superficiales.
Su tratamiento es sintomático y consiste en la reducción
del uso del jabón, detergentes y baños calientes. La aplicación
de cremas emolientes mejora la sintomatología y el aspecto de la
piel.
Escaras de decúbito. Esta condición patológica
se ve con relativa frecuencia, debido a múltiples factores que
condicionan una presión prolongada en sitios de prominencias óseas.
Es frecuente en pacientes postrados o con alteraciones neurológicas.
La mejor estrategia para su manejo es la prevención.
Dermatitis y úlceras hipostáticas. Estas son dermatosis
frecuentes en adultos mayores. Se deben a alteraciones del sistema vascular
periférico que hacen a este grupo más susceptible para presentar
várices, que se asocian a lesiones eritematoescamosas y alteraciones
pigmentadas por depósitos de hemosiderina. Las úlceras venosas
son la principal complicación, a menudo difícil de manejar
por la defectuosa reparación de las heridas que afecta a este grupo
etario.
Púrpura senil. Es una alteración cutánea
frecuente en los adultos mayores debida a un adelgazamiento de la piel
asociado a alteraciones a nivel de la microvasculatura dérmica,
que produce manchas rojo-violáceas en relación a microtraumatismos
cutáneos, principalmente en cara de extensión de extremidades
superiores.
Telangectasias faciales. Esta manifestación cutánea,
presente el en 20% de los adultos mayores chilenos, se debe a una alteración
del tejido conectivo dérmico, con degeneración elastolítica
y pérdida del soporte mecánico de los vasos sanguíneos,
influenciado por factores genéticos y el efecto acumulativo de
la luz ultravioleta.
Lagos venosos. Corresponde a tumores benignos producidos por
dilataciones venosas que se ubican principalmente en labios, cara y mucosa
oral.
Alopecia e hipertricosis. Estas alteraciones de los anexos cutáneos
se deben a los cambios endocrinológicos propios de este grupo etario.
La alopecia sigue un patrón androgénico y está presente
en hombres y mujeres en una relación 2:1. La hipertricosis en las
mujeres es principalmente de disposición supralabial y mentoniana,
por aumento de andrógenos suprarrenales en la postmenopausia.
Cambios ungueales. Presentes en la mayoría de los pacientes
añosos, consisten principalmente en engrosamiento ungueal que puede
llegar a onicogrifosis. Además, existe una alta frecuencia de onicomicosis
en adultos mayores chilenos, con un 33% de cultivos positivos. Esto se
podría deber a varios factores predominantes en este grupo, como
alteraciones de la circulación periférica arterial, venosa
y linfática, desmielinización de los nervios periféricos,
mayor frecuencia de microtraumatismos por defectos del aparato locomotor,
alteraciones metabólicas como diabetes mellitus y deficiencias
en la inmunidad celular, que hacen más frecuentes las infecciones
micóticas en esta edad.
Erupciones por drogas. Los adultos mayores están expuestos
en forma prolongada y repetitiva la ingesta de múltiples fármacos.
En un estudio chileno, el 51,7% de los adultos mayores ingiere uno o más
medicamentos, con un promedio de 3 drogas por paciente.
La reducción de la tolerancia a drogas administradas por vía
sistémica está bien documentada en el individuo añoso,
por disminución combinada de la masa corporal magra, reducción
del metabolismo y de la excreción renal de los metabolitos activos.
Las manifestaciones clínicas, igual que a cualquier edad, pueden
ser múltiples, y la suspensión del fármaco es su
mejor tratamiento. Los medicamentos tópicos también deben
ser manejados con cuidado en el adulto mayor, ya que hay alteraciones
en la absorción y depuración de las drogas por cambios estructurales
cutáneos que hacen la piel añosa más susceptible
a los efectos beneficiosos y adversos de los medicamentos tópicos.
Enfermedades infecciosas cutáneas
Herpes zoster. Más de dos tercios de los casos de herpes zoster se producen después de la quinta década, con una incidencia anual en los Estados Unidos de 0,25% entre los 20 y 50 años, y 1% a los 90 años. La neuralgia postherpética; rara en sujetos jóvenes, se ve en más de la mitad de los mayores de 60 años, y en el 75% de los mayores de 70 años. No se ha establecido el mecanismo para una respuesta alterada al virus de la varicela, que incluye reactivación del virus latente en ganglios regionales y disminución de la respuesta inmune celular del huésped. El retardo en la curación de las heridas en el adulto mayor podría explicar la resolución más lenta de la erupción aguda, pero su importancia en la neuralgia postherpética aún no se ha aclarado.
Micosis cutáneas. En la vejez se observa una alta incidencia de micosis, principalmente producidas por Candida albicans, favorecida por las condiciones físicas propias del adulto mayor, enfermedades concomitantes y déficit en la inmunidad celular. Las micosis más frecuentes son intértrigo moniliásico, dermatofitosis del piel y las onicomicosis ya mencionadas.
Linfangitis estreptocócica. La celulitis en el adulto mayor puede no presentar todos los signos clásicos y pasar inadvertida. Existen factores predisponentes en el paciente añoso, como el edema crónico, mala circulación, diabetes mellitus, tiña pedis y xerosis que favorecen la entrada del estreptococo beta hemolítico. Las extremidades inferiores, cara y cuero cabelludo son localizaciones frecuentes. Este cuadro debe ser tratado con antibióticos sistémicos y de preferencia hospitalizando a los pacientes.
Escabiosis. Esta ectoparasitosis es frecuente en este grupo etario por condiciones de abandono y hacinamiento y su manejo es difícil. En el adulto mayor se pueden ver cuatro variedades clínicas: forma habitual y/o prurito con escasas lesiones, forma incógnita, generalmente con tratamiento esteroidal asociado, forma nodular y sarna noruega.
Enfermedades ampollares
En el adulto mayor se pueden presentar cualquiera de las enfermedades ampollares. El penfigoide buloso, que es raro de encontrar antes de los 55 años, es la principal enfermedad ampollar de este grupo etario.
El manejo de las enfermedades ampollares debe ser muy cuidadoso, tomando en cuenta las condiciones específicas, las enfermedades concominantes, uso de drogas y las características físicas y sociales. Por ejemplo, los corticoides precipitan intolerancia a la glucosa más frecuentemente en la vejez y la sulfameloxipiridazina puede ser mejor para la dermatitis herpetiforme que la dapsona, por la tendencia de ésta a causar hemólisis en este grupo etario.
Tumores cutáneos
La incidencia de tumores cutáneos benignos y malignos aumenta considerablemente con la edad, debido a alteraciones estructurales y funcionales de los queratinocitos y otras células cutáneas, por el envejecimiento biológico y también debido a la acción nociva de la irradiación ultravioleta, que produce radicales libres difíciles de remover. La disminución de las células de Langerhans y de su función Ileva a deterioro de la inmunovigilancia, conduciendo a una mayor incidencia de tumores. También se producen lesiones en el ADN y dificultades en su reparación, con menor tolerancia a los carcinógenos tópicos y orales, por disminución de función inmune celular.
Entre los tumores benignos, el más frecuente es la queratosis seborreica, presente en el 52% de los adultos mayores chilenos. Otras lesiones frecuentes y de buen pronóstico son los puntos rubíes (29%) y acrocordones o papilomas.
También son de mayor incidencia en la vejez las queratosis actínicas, carcinomas basocelulares y espinocelulares, sobre todo en personas que han laborado mayor parte de sus vidas al sol.
Diversas alteraciones pigmentarias se ven en adultos mayores. Una de las más frecuentes es el léntigo solar, debido a fotoexposición crónica y factores genéticos. El léntigo maligno es un tumor que se ve predominantemente en pacientes añosos, al igual que el melanoma maligno invasor. Su incidencia aumenta sobre los 60 años, con una tasa de sobrevida a 5 años menor que en edades más tempranas.
Cuidados de la piel en el adulto mayor
Por las características propias de la edad, los baños
deben ser cortos, con agua tibia y jabón neutro sólo en
sitios necesarios. Los baños con jabonado vigoroso y posterior
fricción con colonia deben evitarse, ya que acentúan la
xerosis ya presente en la mayoría de estos pacientes.
También es conveniente recomendar:
• Lubricación frecuente y constante.
• Corte de uñas de pies por una persona idónea.
• Examen periódico de la piel para detectar lesiones patológicas y tratarlas adecuadamente.
• Derivar al dermatólogo los pacientes con lesiones recientes que merezcan duda diagnóstica.
El número de pacientes mayores de 65 años aumentará
previsiblemente en el futuro, lo que nos obliga a conocer la dermatología
geriátrica para enfrentar los problemas cutáneos de este
grupo poblacional.
ENFERMEDADES CRONICAS DEGENERATIVAS
Entrevistada en el marco del Día del Adulto Mayor explicó que el
descontrol metabólico de estos padecimientos genera complicaciones como
la discapacidad, generando gastos tanto en los servicios de salud como a
sus familias.
De un total de 160 mil adultos mayores de Tabasco el 70 por ciento
son atendidos en el sector salud con enfoque preventivo para detectar
padecimientos propios de la edad y con ello evitar pérdidas fatales.
“Para los abuelitos se han implementado nuevas estrategias para
evitar muertes por cáncer de próstata, tal como la aplicación de
antígeno prostático específico, es por esto que las unidades del sector
salud cuentan con pruebas rápidas que asigna los valores de alteración
de la próstata y arroja la positividad, de estas un 2 por ciento da
positivo a la prueba rápida”, explicó.
El envejecimiento es un deterioro progresivo que con el tiempo ocurre
en todo ser humano y que aparece entre los 60 y los 65 años de edad en
la que se presenta aumento de riesgo de enfermedades crónico
degenerativas, por ello la Secretaría de Salud de Tabasco, cuenta con el
“Programa de Atención al Envejecimiento”, que se aplica con la
finalidad de proteger, prevenir y controlar la salud de los adultos
mayores.
“En morbilidad lo que más padecen los adultos mayores son las
enfermedades respiratorias, por eso la dependencia está enfocada en la
vacuna del adulto”, indicó.
En el marco del Día Nacional del Adulto Mayor, la dependencia estatal
reforzó las acciones de este programa en las 17 Jurisdicciones
Sanitarias en las que se impartieron pláticas sobre temas de
envejecimiento, cambios de estilo de vida saludables, así como se hizo
la entrega de material de promoción a la salud para este grupo de edad.
También se hizo la detección oportuna de enfermedades crónico-
degenerativas, como la diabetes mellitus, hipertensión arterial,
obesidad, entre otras, mediante la aplicación de cuestionario, la toma
de glicemia capilar, toma de presión arterial, perfil de lípidos y toma
de peso, talla e índice corporal.
jueves, 7 de febrero de 2013
PARA EL ADULTO MAYOR
EL AMOR EN LA TERCERA EDAD.
La capacidad de amar y la capacidad de ser amados son las dos condiciones básicas de la calidad de vida del adulto mayor.
Las estadísticas son muy claras, y establece que la mujer enviuda
con mayor frecuencia que el varón, lo que implica que tanto en términos
absolutos como relativos, hay más mujeres adultas mayores en estado de
viudez que varones. Y estos últimos se casan
rápidamente, pareciera que toleran menos la viudez que las mujeres,
además de tener una oferta mayor para componer una nueva pareja. Los
Clubes de mayores suelen ser un ejemplo claro: la participación femenina
es todavía mayor que 4 a 1 y suele llegar a cifras como de 30 a 1 y 50 a
1.
Por tanto, en el amor otoñal (en las personas
adultas mayores) pueden darse situaciones muy variadas, ya que hay una
radical diferencia entre un adulto mayor y otro, si está casado o viudo o
divorciado o separado o soltero. El amor entre adultos mayores,
comprende tantas variables posibles como en la juventud, pero señalaremos algunas variables típicas de esta época de la vida:

EL AMOR EN LA TERCERA EDAD
Los cambios que produce el enamoramiento en una persona pueden obedecer a la presencia de sustancias químicas.
Del varón y la mujer adultas mayores se espera sensatez, mesura, realismo, serenidad,
de acuerdo a los estereotipos vigentes en todas las épocas. Por tanto,
el adulto mayor no tiene permiso para enamorarse, según sus hijos,
nietos y amigos, y según la sociedad. Enamorarse estaría fuera de lugar.
Esta fuerte tradición cultural se ha modificado,
por suerte. Ha desaparecido la gerontofilia como desviación sexual, así
como la sospecha de que todo anciano varón sobre todo, es más proclive a
las parafilias y abusos de niños. Se reconoce que hay adultos mayores
de ambos sexos, atractivos, seductores, amables.
Los amores secretos y unipolares, unilaterales, no son raros sin embargo, a esta edad, y suelen llenar los días y las fantasías de las personas mayores, que pueden transformar en amistades sus amores inconfesos o imposibles. Porque su amor heterosexual se deposita sobre una persona casada o comprometida.
PARA EL ADULTO MAYOR
NO ES VIEJO.
No es viejo aquel que pierde su cabello o
su última muela, sino su última esperanza. No es viejo, el que lleva en
su corazón el amor siempre ardiente. No es viejo el que mantiene su fe
en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el
corazón puro no hay edad. El cuerpo envejece, pero no la actividad
creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es
invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de
la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve
jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la
segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la
vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros
destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la
segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera.
Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan
importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy
distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no
siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día
lo están echando del cielo. No se experimenta menos luminoso ni hermoso
por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre
los edificios sea menos importante o necesaria. Cada hora tiene su gozo.
El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea.
¡Ah... si todos los ancianos entendieran
que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como
ese último rayo de sol antes de ponerse
miércoles, 6 de febrero de 2013
UNA LINDA MUJER EN LA TERCERA EDAD
Nacha Guevara: "No volvería a convivir con un hombre"
Espléndida a los 71 años, la actriz contó cómo hace para ser feliz y lucir siempre joven
El tiempo no pasa para Nacha Guevara.
Divina, se luce en la producción de fotos en traje de baño, y su figura
(perfecta, a los 71 años) genera admiración entre quienes pasan por los
acantilados de estas playas alejadas de Mar del Plata, la ciudad que la
vio nacer. "Tengo buena genética", anticipa ella, y parece que el
secreto está en su estilo de vida y en una suerte de pacto que dice que
firmó con la naturaleza. Talentosa y perfeccionista, Nacha se define a
sí misma como "muy exigente", y asegura que se mantiene siempre joven
porque ha logrado brillar de adentro hacia fuera. Confesiones sinceras
de una mujer única, frente al mar.
–Hace años que estás sola. ¿Te gustaría volver a enamorarte?
–Claro que sí. ¿A quién no? Pero la verdad es que no
hago nada para enamorarme. Hace más de diez años que no tengo pareja,
vivo sola y me gusta, pero algunas veces querría estar acompañada,
compartir los buenos momentos con alguien que me quiera.
–Quizás el amor aún te sorprenda…
–Puede ser. Y, si no me sorprende, igual está bien; yo
ya tuve mucha acción en la vida. Algunas noches, cuando llego tarde a mi
casa después de un día difícil, valoro el silencio, mis plantas y
animalitos que no hablan. Una convivencia sería muy complicada, porque
hay que negociar todo el tiempo, y yo ya no tengo ganas.
–¿Es difícil convivir con la soledad?
–No me resulta difícil, y fui aprendiendo a estar sola.
Además, creo que para estar acompañado, primero hay que saber estar
solo. Pero lo que pasa es que con el tiempo te vas poniendo medio
maniático, querés todo a tu gusto y en el momento en que vos lo deseás. Y
así es casi imposible construir algo de a dos. ¡Ojo! Eso también se
llama libertad, y para mí la libertad es el bien más preciado: no lo
cambio por ningún amor.
–¿Cómo te llevás con los hombres que fueron tus grandes amores?
–Muy bien, tengo una relación genial con mis ex maridos
(N. de la R.: Anteo del Mastro, Norman Briski y Alberto Favero), y la
unión perdurable de un hijo con cada uno. Con Favero, por ejemplo,
trabajamos juntos y nos llevamos mejor que nunca, nos queremos y nos
respetamos muchísimo. Con Norman (Briski) también estamos siempre en
contacto. Incluso cuando tengo que hacer algún rol puramente teatral, de
mucho texto, le pido ayuda porque él es un gran maestro de teatro y ha
colaborado conmigo en numerosos espectáculos.
–¿Qué balance hacés de tu paso por la política? ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
–Aprendí que no soy para eso: ni la política es para
mí, ni yo soy para la política. De todos modos, me resultó una
experiencia lindísima de vivir, porque conocí gente muy interesante.
–Un mundo completamente distinto del tuyo, con otros códigos. ¿Te costó adaptarte?
–En general, me llevé bien con los políticos porque soy
una persona que no reconoce la autoridad. Debe tener que ver con que
casi no tuve padre. Ellos están acostumbrados a rodearse de gente
obsecuente que los adula, y yo no soy así. Para mí, son seres humanos
normales con trabajos extraordinarios.
–Conociste a tu padre de grande. ¿Pudiste perdonarle tantos años de ausencia?
–Tenía 46 años cuando volví a verlo, así que para mí es
como no haber tenido padre. Y, si bien él se esforzó por reparar algo
de ese abandono, la relación padre-hija era casi imposible de
reconstruir.
–¿Hacés terapia?
–Me llevo mejor con los psicólogos que con los
psicoanalistas, pero hice terapia en varios momentos de mi vida para
resolver cosas puntuales, y siempre tuve la suerte de encontrar buenas
personas. Soy más de buscar ayuda en una etapa de crisis o por un
período determinado, y resolver aquí y ahora. No me gusta eso de
quedarme regodeándome en el pasado.
–¿Hasta dónde influyó el exilio en la Nacha que sos hoy?
–El exilio deja huellas profundas. Se trata de una
experiencia límite a la que poca gente se ve sometida, algo
extraordinario que requiere actitudes extraordinarias. Es como volver a
nacer; te tiran en un lugar sin historia, sin familia, sin trabajo y
tenés que arreglarte como puedas. Resulta doloroso, costoso… y, sin
embargo, salís, la mayoría sale adelante y ahí está el aprendizaje que
te cambia la vida.
Nacha
Guevara se animó a una jugada producción de fotos en traje de baño y se
mostró espléndida a los 71 años. Foto: / Revista ¡HOLA!
Foto 1 de 7
EL PASO DEL TIEMPO
–¿Cuál es el secreto de Nacha Guevara para estar espléndia a los 71 años?
–La gente me lo pregunta siempre, sobre todo las
mujeres, y de esa pregunta casi permanente surgió este espectáculo que
estoy haciendo ahora, ¿Cómo hace esta mujer?
–Una obra en la que te confesás con absoluta
sinceridad. ¿Por qué decidiste hablar ahora sobre tus cirugías y
secretos de belleza jamás contados?
–Creo que si vas a hacer una cosa así es para ser
sincero; si no, no lo hagas. Además, yo cuento muchas cosas más
delicadas e íntimas que mi cirugía de mentón o nariz. La exposición es
enorme, porque la cosa no queda en las silicionas –que me las puse y lo
cuento–, sino que hablo de mi infancia, cuento detalles entrañables, muy
personales. Hay un tiempo para todo y sentí que era el momento de
abrirme a través de mí misma, y no de un personaje de ficción.
–También decís que las cirugías por sí solas no sirven, que hay que tener algo más. ¿Cuál es tu fórmula?
–Yo medito hace muchos años y esa practica tiene
notables beneficios sobre el cuerpo y la piel, que están estudiados y
probados. La meditación es como una transformación: cuando cuerpo, alma y
emociones empiezan a estar en equilibrio, se produce una armonía
interior que después se manifiesta hacia fuera. ¿Cómo? Con una mayor
oxigenación, una mayor coherencia entre los dos hemisferios cerebrales y
una mejor relación con el mundo de tus deseos, por ejemplo. No
olvidemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo y que contiene
todas las terminales nerviosas. Así que cuando una persona medita y
ordena su sistema nervioso, la consecuencia inmediata es que la piel
mejore.
–¿Cómo es tu relación con el espejo?
–No vivo mirándome al espejo. Y aprendí a trabajar con
él como un reflejo de mi mejor parte. Lo peor que uno puede hacer es
mirarse al espejo y juzgarse.
–¿Vivís de manera diferente el paso del tiempo ahora que como lo vivías a los 30, 40 o 50 años?
–Y... se aprecia más. Se aprecia más todo. Las pequeñas
cosas y los detalles, los instantes. Aprovecho más el momento, vivir el
presente y tratar de ser feliz. Es la consecuencia lógica de haber
vivido.
UNA BISABUELA FASHION
–Cuesta imaginarte como abuela y bisabuela: tenés siete nietos y una bisnieta. ¿Te sentís cómoda en ese rol?
–No soy una abuela tradicional, eso está claro. Pero sí
me siento cómoda. Tengo una familia desparramada por el mundo y por
Argentina, así que la relación con mis nietos y con mi bisnieta no es
cotidiana, de todos los días. Tengo nietos divinos, muy diferentes unos
de otros, todos cariñosos y buenas personas.
–¿Sos de consentirlos y malcriarlos?
–No, en absoluto. Siempre he creído que tienen que
educarlos los padres y no los abuelos, así que en eso soy muy
desapegada: no me meto para nada.
–¿Te gusta la moda?
–En mi casa soy un desastre, no me maquillo ni me
arreglo, pero cuando salgo sí. Me gustan la moda, la belleza y la
armonía, me gusta producirme y ornamentarme. También entiendo mucho de
moda, de épocas y de estilos. Yo sería una buena estilista.
–¿Vos te comprás la ropa?
–Sí, yo me compro hasta el último de los accesorios.
Eso no lo delego, es algo muy personal. Además, como soy ecléctica y
adoro mezclar, sólo yo sé lo que quiero ponerme.
–¿También te maquillás, peinás y arreglás sola?
–Sí, siempre. Yo me peino, me maquillo y elijo cada
prenda que me pongo. Aprendí a hacerlo con los años y la verdad es que
no necesito que me ayuden con eso.
–Tenés carácter fuerte. ¿Sos de enojarte?
–Me enojo bastante. Me enojan las cosas cotidianas que
podrían hacerse bien y fácil y se hacen mal y difícil. Pero los temas
grandes o importantes no me enojan: soy muy fría para las situaciones de
crisis y sé cómo manejarme.
–¿Qué situaciones te generan inseguridad? ¿A qué le tenés miedo?
–Tengo inseguridades y miedos, como todos los artistas,
que en general somos gente tímida, reservada, con un mundo interior muy
rico, que supimos capitalizar nuestra experiencia de vida para actuar.
–¿Te arrepentís de algo?
–No, arrepentirme no, porque el arrepentimiento hace
que te sientas mal y no tiene solución. Pero eso no quiere decir que no
me haya equivocado, porque equivocarte es parte del aprendizaje.
–¿Tenés algún sueño por cumplirse?
–Me gustaría ganar un Oscar. Ese es un gran sueño.
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