La mayoría de los ancianos viven en zonas urbanas y en las grandes ciudades. Puede afirmarse que tienen una mejor vejez aquéllos que poseen recursos materiales e intelectuales.
No sólo los ancianos son los más vulnerables en razón de sus condiciones físicas, de salud y habitacionales, sino también por el hecho de que son menos instruidos y con menos recursos económicos que el resto de la población.
El nivel socio económico de un individuo es el factor de mayor importancia en determinar la calidad de vida en la vejez. La falta de recursos materiales es causa directa o indirecta de procesos carenciales como la desnutrición, deficiencias vitamínicas, y de la producción de muchas enfermedades y situaciones que determinan una reducción en la expectativa de vida.
Los adultos mayores son uno de los grupos sociales con más bajos ingresos económicos. Desde el momento que una persona jubila disminuyen sus ingresos a un tercio de lo que ganaba como trabajador activo y las pensiones y montepíos son aún menores, ya que corresponden a una sexta parte del sueldo.
De todos los ancianos pobres, la mayoría son mujeres y viudas, y personas que viven en zonas rurales.
En Algunos Paises han desarrollado algunas acciones políticas para cambiar la situación actual del adulto mayor, pero aún su desarrollo es bastante precario y carecen de importante apoyo financiero, tanto del gobierno como de empresas e instituciones privadas.
Por parte del estado, existen leyes e instituciones públicas destinadas a servir a los adultos mayores, como por ejemplo los beneficios previsionales que consisten en la posibilidad de jubilación a los 60 años para la mujer y 65 años para el hombre, con el requisito de tener a lo menos 20 años de imposiciones. Los beneficios de salud para los ancianos en Chile están incluidos en los de toda la población, que tiene derecho a ser atendida en sus necesidades de salud. En algunos consultorios se llevan a cabo programas especiales de atención a ancianos.
Otras acciones impulsadas por el estado son el “Consejo Nacional de Protección a la Ancianidad” que colabora con clubes de ancianos, y la “Comisión Técnica Nacional de Senescencia” del Ministerio de Educación donde se capacita a jóvenes y docentes para promover actitudes favorables hacia los adultos mayores.
Las instituciones privadas nacen principalmente de instituciones religiosas, o asociaciones particulares de beneficencia sin fines de lucro. Las instituciones privadas son de dos tipos principalmente: hogares de ancianos y clubes de ancianos. Los hogares de ancianos son instituciones donde residen ancianos con impedimentos físicos, mentales o económicamente desvalidos. Los clubes de ancianos son organizaciones comunitarias que ofrecen actividades recreativas, educativas y sociales. Una importante labor en el cuidado de ancianos cumple el Hogar de Cristo que proporciona vivienda, comida y otros servicios a ancianos en estado de pobreza.
Como conclusión, puedo decir que muchos ancianos están en una situación desvalida, y que a pesar de aquellos programas que hay en nuestro país, no se hace suficiente para atender al adulto mayor, por ejemplo, muchos hogares no tienen totalmente las condiciones para atender a aquellos ancianos. Quizás una forma de poder mejorar las condiciones de los adultos mayores, es realizar alguna política económica, con el fin de mejorar las pensiones de ellos, y así poder tener una mejor calidad de vida en el ámbito económico.
La etapa de ancianidad, debe ser un momento de tranquilidad, descanso y de cariño, es por eso que nosotros como jóvenes o adultos deberíamos preocuparnos de ellos para así poder brindarles lindos momentos, sin carencias ni afliccione
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