El
amor es uno de los regalos más maravillosos que puede recibir un ser
humano en cualquier momento de su vida. Está claro que en función de la
edad se vive de una u otra forma este sentimiento universal que ha
inspirado a poetas y a escritores de todos los tiempos. Sin duda, el
amor en la vejez se vive de una manera más serena y más madura. En ese
tiempo, el amor muestra la necesidad de compañía y cariño que existe en
todo corazón por envejecido que esté. De hecho, el amor tiene la
capacidad de rejuvenecer a nivel emocional puesto que una nueva ilusión
se convierte en un motor importante para vivir y disfrutar el presente
al máximo.
El amor en la tercera edad es esencial. Existen casos
de ancianos que enviudaron y deciden rehacer su vida con una nueva
persona. A veces, los mayores se encuentran con la oposición de sus
hijos. Sin embargo, conviene dar tiempo a los hijos para que asimilen la
noticia puesto que seguro que tarde o temprano aceptan el nuevo amor
con alegría. Por otra parte, existen también personas que jamás
convivieron con una pareja y sin embargo, es al final de su vida cuando
se encuentran con otro ser humano especial. Por tanto, nunca es tarde
para encontrar el amor y para aprender a sentir como bien muestra en la
literatura la obra de Gabriel García Márquez titulada “Cien años de
soledad”.
Además, el amor también se muestra en su máxima
expresión en el caso de aquellos ancianos que celebran con ilusión Las
bodas de oro. Cincuenta años de amor y de unión. Medio siglo de una vida
compartida desde la esperanza y el afecto de corazón y alma.
Para
ser feliz se necesita amor ya sea en forma de pareja, familia o amigos.
Pero el cariño es necesario para encontrar un sentido para vivir.
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