VIENTOS DE OTOÑO
Llegado
el otoño de la vida y cuando uno espera el merecido reposo soplan
vientos; vientos de otoño que la agitan,como el cierzo agita las hojas,
haciendo presagiar su próxima caída
Uno
siempre deja para el que piensa será el otoño de su vida el disfrute
del remanso de paz, cometiendo así un error mas, que se añadirá a los
ya cometidos, por si estos no fueran bastantes.
La
agitadavida no finaliza con el otoño, los amores tardíos, la necesidad
de ver mas, por barruntar el fin de la vida, en ese invierno que se
avecina, la curiosidad que no cesa, los hijos que sin descanso van tejiendo
su vida, haciéndonos comprender que ellos si tienen futuro, ya que
están en la primavera, encarando el largo verano que será su tiempo de
adultos.
Soplan vientos de otoño que agitan los amaneceres, en los que uno se queda sentado en el noray del
puerto mirando al infinito, recordando pasadas singladuras, que le
llevaron por medio mundo, aquel mundo donde todo era nuevo, donde todo
era primavera, pese a los fríos y miserias, donde todos los caminos eran
llevaderos, por la fuerza inmensa de aquella juventud descarada,
inconsciente y llena de ilusiones que hacia despreciar los obstáculos y
verlos siempre como algo fácilmente salvable.
Se
acabaron los suaves vientos alisios de aquella maravillosa primavera,
aquellos tiernos amores, aquellas amistades inquebrantables, de amigos
que lo eran para siempre y que en este otoño, ya ni su cara podemos
recordar, mas si su amor y amistad.
Se
acabó hace poco el largo verano de la vida, su calor duro y a la vez
reconfortante, se acabaron las cosechas, los frutos de la mayor parte de
la vida están recogidos, solo quedan ya primaveras ajenas, cercanas las
unas y muy lejanas las otras, a las que miramos con envidia,
dibujándose en nuestra cara una nostálgica sonrisa, por todos aquellos
recuerdos que afloran a nuestra cabeza.
Los vientos de otoño, agitan nuestras mañanas, en pequeños trabajos faltos de ansia, moderados y
llevaderos, no como en aquellas ya lejanas primaveras, en que el avance
se hacía imparable, en que la fuerza de la ignorante juventud, nos
convertía en inconscientes toros bravos.
En las tardes ociosas y las largas noches faltas de sueño, soplan vientos………, vientos de otoño….., quizás vientos de invierno.
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