lunes, 6 de agosto de 2012

ALIMENTACI{ON EN EL ADULTO MAYOR

¿Que es una alimentacion sana? Una buena alimentación es variada, rica, entretenida, que aporta los nutrientes necesarios para el organismo en la cantidad y calidad que cada persona lo requiere. El problema de una mala alimentación es que condiciona la obesidad infantil y determina la aparición de enfermedades crónicas. Se estima que como consecuencia de la mala alimentacion estas enfermedades incrementarán aún más en las próximas generaciones, provocando problemas en el organismo.

Alimentación del adulto mayor

Durante el envejecimiento ocurren una serie de cambios fisiológicos normales que desde el punto de vista del estado nutricional se traducen en pérdida de la masa muscular, aumento de la grasa corporal, osteopenia/osteoporosis y deshidratación (menor sensación de sed, menor consumo de líquidos), se enlentece el tránsito intestinal, se pierde la sensibilidad a los sabores (comen muy salado y muy dulce).


Por lo tanto la alimentación en el adulto mayor debiera considerar:
Consumir al menos 3 veces al día lácteos bajos en grasa como leche descremada, yogurt bajo en grasas, quesillo o queso fresco. Es muy común que los adultos mayores tengan intolerancia a la lactosa, pero eso no quiere decir que pueden dejar de consumir lácteos sino que deben elegir aquellos sin lactosa (leche sin lactosa).
Comer al menos 2 platos de verduras y 3 frutas diarias, ya que el contenido de fibra es muy necesario para tener una digestión normal. Además aportan vitaminas y minerales necesarias para una buena salud del corazón y sistema nervioso.
Comer pescado idealmente 2 veces por semana. Se deben preferir pescados grasos como el salmón, el jurel, trucha y sardina por su contenido de omega 3 que es necesario para proteger al corazón y el cerebro.
Preferir alimentos con bajas grasas saturadas y colesterol. Es decir, evitar carnes rojas, queso amarillo, leche entera, productos de paselería, golosinas y snacks. Al envejecer tiende a aumentar el colesterol lo que aumenta el riesgo de infarto al corazón o cerebro (entre otras) por lo que se debe cuidar la alimentación.
Consumir 6 a 8 vasos de agua. Al perder la capacidad de sentir sed es necesario tomar agua aunque no se sienta para evitar deshidratación, boca seca y para mejorar la digestión. Se debe tomar idealmente sola, no como té o café.
Disminuir el consumo de sal y azúcar. Al aumentar la edad también perdemos la capacidad de sentir los sabores pero al agregar mucha sal a la comida sube la presión (más de la mitad de los adultos mayores sufre de hipertensión arterial) y al agregar mucha azúcar se puede producir o empeorar la diabetes.

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